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Lisboa, 5 ene (EFE).- Líderes y personalidades de la política y el fútbol de Portugal expresaron hoy su pesar y condolencias por la muerte del legendario futbolista Eusébio, que fue recordado como un héroe para el país.
El que fuera jugador del Benfica y un símbolo de la selección lusa falleció de madrugada en Lisboa por una parada cardiorrespiratoria a los 71 años.
El delantero, conocido también como la "Pantera Negra", acarreaba varios achaques y había sido internado en varias ocasiones desde que en junio de 2012 sufriera un infarto cerebral en Polonia, mientras acompaña a la selección portuguesa.
Su muerte se sintió en todas las esferas públicas de Portugal y en la calle, donde el jugador nacido en 1942 en Mozambique, entonces colonia lusa, era recordado por sus logros en quince años con elBenfica y las lágrimas vertidas en la semifinal perdida por el país en el Mundial de 1966.
Desde primeras horas de la mañana, los ramos de flores y las bufandas de aficionados cubrieron la estatua dedicada a Eusebio por su 50 cumpleaños en el Estadio de la Luz, en Lisboa, y las televisiones dedicaron su programación a recordar sus goles más estelares.
Su cuerpo será velado desde este domingo en la capilla ardiente del Estadio. El lunes será oficializada una misa y el cuerpo se dirigirá al cementerio de Lumiar, según informaron fuentes del Benfica.
El Gobierno portugués decretó, además, tres días de luto nacional y las banderas portuguesas oficiales ondean desde esta mañana a media asta.
El presidente de la República, Anibal Cavaco Silva, recordó a la leyenda futbolística en un solemne discurso en el Palacio de Belém como "uno de los hijos más queridos" de Portugal y un "campeón que luchó en todas sus victorias".
Cavaco afirmó que el mejor homenaje de los portugueses es "seguir su ejemplo" como un luchador en lo deportivo y como un hombre "alegre" y de cualidades humanas "excepcionales".
El primer ministro portugués, Pedro Passos Coelho, lo describió como "un genio del fútbol", "un ejemplo de profesionalismo, de determinación", así como "hombre generoso y solidario".
Para el primer ministro, Eusébio contribuyó, además, a "romper el aislamiento del país" en la década de los sesenta y representó la voluntad del pueblo de portugués de afirmarse en el mundo.
La Federación Portuguesa de Fútbol (FPF) se unió a los homenajes y declaró un minuto de silencio en los partidos que hoy se juegan en los octavos de la Copa de Portugal.
El presidente de la institución de fútbol, Fernando Gomes, recordó el apoyo que siempre dio a la selección y enalteció a Eusébio como una "figura sin par" y con una calidad de juego "inigualable".
Los principales clubes de Portugal también le rindieron homenaje y en especial el Benfica lo recordó como la "mayor referencia" de su historia.
"De Eusébio vamos a recordar el talento, el ejemplo y el carácter de un hombre que marcó el fútbol portugués y se transformó en una referencia del fútbol mundial", afirmó el club en el que jugó quince años y ganó once Ligas, cinco Copas de Portugal y una de Europa (1961/1962).
El presidente del Oporto, Nuno Pinto da Costa, declaró que Eusébio fue "el mayor jugador portugués de su generación" y el Sporting, el otro "coloso" portugués, lo llamó un "símbolo del deporte nacional".
Desde el exterior, también el delantero del Real Madrid y capitán de la selección lusa, Cristiano Ronaldo, rindió tributo al jugador publicando una fotografía el mismo y el texto "Siempre eterno. Descanse en paz" en las redes sociales.
El entrenador del Chelsea, el portugués José Mourinho, afirmó que Eusébio es "inmortal" y el jugador internacional luso Luís Figo lo coronó como "el Rey".
Además de los campeonatos nacionales e internacionales conquistados, Eusébio fue galardonado con el Balón de Oro que concede la revista francesa 'France Football' en 1965 y quedó segundo en otras dos votaciones (1962 y 1966).
Su carrera empezó en Maputo en el equipo el Sporting Lourenzo Marques y a los diecinueve debutó con el Benfica, donde permaneció hasta 1975.
Sus últimos años profesionales los pasó en equipos regionales de Estados Unidos y tras su retirada permaneció activo como embajador del Benfica y la selección portuguesa.
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