LEON (GUANAJUATO) 26-01-14. PABLO HERMOSO DE MENDOZA, UNA OREJA Y PALMAS. F. SPINOLA DOS OREJAS.

CHURUMAY

DISPARATE

DISPARATE

HABANERO

NAPOLEON

PABLO HERMOSO UNA OREJA

PIRATA

PIRATA

VIRIATO

Fotos: Juan Andrés H. Mendoza/www.pablohermoso.net

FECHA: 26 de enero de 2.014

LUGAR: Plaza de toros de La Luz de LEON (GUANAJUATO).

ENTRADA: Tres cuartos.

RESEÑA: Fermín Spínola (oreja y oreja); Pablo Hermoso de Mendoza (oreja y palmas); y Sergio Flores (ovación y silencio).

GANADERIA: Toros de Bernaldo de Quirós (1, 2. 3, 4, 5 y 6) y El Junco (6 bis).

CABALLOS:

Primer toro de la Ganadería de Bernaldo de Quirós, número 523, 482 kilos, de nombre Natalito: De salida NAPOLEON (1 rejón de castigo); en banderillas DISPARATE (3 banderillas); y para el último tercio PIRATA (tres cortas, un par a dos manos y un rejón de muerte).

Segundo toro de la Ganadería de Bernaldo de Quirós, número 475, 500 kilos, de nombre Algodonero: De salida CHURUMAY (1 rejones de castigo); en banderillas DISPARATE (2 banderillas) y HABANERO (2 banderillas); y para el último tercio PIRATA (tres cortas, dos pares a dos manos y un rejón de muerte).

CABALLOS DESPLAZADOS:  MANOLETE.

COMENTARIO. La plaza de toros de León, desconozco por que se llama la Plaza de la Luz, pero presiento que sea por la especial iluminación que el sol da a ese coso en días de corrida. Un sol que cae a plomo sobre la casi totalidad de la plaza y que desde luego la llena de luz, destacando más sus diversos colores.

Pablo Hermoso de Mendoza hizo su segundo paseíllo en México y volvió a enfrentar a toros de la ganadería de Bernaldo de Quirós. Su primero pareció seguir el guión de los lidiados el día anterior en Provincia Juriquilla. Toro sin continuidad en la embestida, siempre con querencia a tablas y sobre todo muy desigual en las acometidas. Cuando NAPOLEON lo fijó de salida, el toro se rebosaba en la cola del caballo y aquí sí embestía seguido. Un solo rejón de castigo antes de torearlo mínimamente con con la bandera para no desgastarlo mucho para banderillas. Pero como sucedió el día anterior, dejar a estos toros crudos de salida te puede complicar los siguientes tercios y con DISPARATE se transformó en un toro que embestía a oleadas y siempre sin una coordenada clara. DISPARATE trataba de encelarlo al hilo de las tablas y lo conseguía, pero tan pronto el toro se paraba en el galope, como arrollaba la grupa del caballo. Apenas consiguió ligar algún cambio de grupa con la embestida del toro y en banderillas había que estar espabilado porque el toro ya cortaba mucho el paso. No fue sencillo el tercio para DISPARATE y tras tres banderillas, Pablo buscó a VIRIATO. El tordo ya tenía un mal recuerdo del toro del día anterior, pero no lo reflejó en el ruedo y sí consiguió vencer las complicaciones del astado y colocar dos buenas banderillas e incluso aprovechó algunos de los arreones bruscos para realizar su toreo de transmisión. Las banderillas cortas sí tuvieron continuidad aunque con el toro muy cerrado y pasando por el espacio que dejaba que a cada reunión, era más pequeño. También cerca de tablas Pablo realizó la suerte del teléfono sobre el testuz y colocó un par a dos manos antes de entrar a matar. Rejón en lo alto y que pudo parecer trasero por la delantera colocación de las banderillas, pero cuyo resultado rápido demuestra que no estaba trasero.

El quinto de la tarde no dejó la duda como su hermano de que en el primer tercio se movió y luego cambió el comportamiento. Este desde que CHURUMAY lo trataba de encelar ya mostró que iba a colaborar muy poquito. En este Pablo sí le puso dos rejones de castigo y con eso por lo menos consiguió que durante el tercio de banderillas el toro no se viniera para arriba. Probó nuevamente con DISPARATE para ver si podía mostrar a la nueva estrella a la afición leonesa en todo su esplendor, pero el esfuerzo volvió a resultan vano y DISPARATE pasó con buena nota pero sin poder brillar como acostumbra. Quien levantó la tarde fue HABANERO que se dejó llegar al toro hasta el mismo pecho en banderillas y luego puso toda la carne en el asador para pasarse los pitones por el hocico en cada una de las varias piruetas que ejecutó. Con él la faena comenzó a subir de tono y ya no descendería con las banderillas cortas de PIRATA, rematadas con largos teléfonos y desplantes y con la algarabia de un respetable totalmente entregado. Un par a dos manos fue seguido por otro más dado el grado de espectáculo que la plaza había alcanzado y que culminó con el tendido coreando ¡¡Pablo, Pablo¡¡. El triunfo estaba a golpe de rejón y la puerta grande semiabierta, pero el rejón de muerte tocó la médula y el toro cayó descordado, lo que a pesar de provocar petición del trofeo, el palco no la atendió y todo quedó en palmas y un leve saludo desde el callejón, en medio de la contrariedad del propio rejoneador.