Plaza de toros de Zaragoza
AL AFICIONADO
Fernando S. García Terrel
Zaragoza, 7 de mayo de 2013
No sé hasta cuando estarán cerradas las puertas de nuestra plaza de toros, a la que para evitar polémicas no quiero ponerle el nombre deMisericordia ni de Pignatelli, aunque en los momentos actuales más le pegue el primero.
Hace unos días nos han cerrado su puerta y no sabemos hasta cuándo. Ese es nuestro triste sino. Parece ser que el aficionado a la Fiesta a los toros, no es ni como el del futbol, ni de la opera, ni de otras aficiones que gozan de una programación anticipada. Nosotros somos o estamos catalogados como de último orden.
Hubo tiempos en que Zaragoza, su temporada taurina, incluso marcaba la pauta y era ejemplo para el resto de las plazas. Hoy como dicen por aquí, los amantes del arte taurino, pintamos menos que eltío pichorras de Pastriz, al que no tuve el gusto de conocer pero debió ser gente importante, por lo mucho que se le nombra.
Tenemos que conformarnos con las retrasmisiones televisivas deMadrid, de sus tres ferias de las Ventas en la que por cierto actuó con mucho acierto nuestro paisano Imanol Sánchez. Tendremos, repito, que saciar nuestra afición asistiendo a otras plazas de España o de Francia donde aun se quiere la Fiesta por excelencia. Claro que dado el momento actual tampoco son propicios para nuestra economía los viajes o desplazamientos.
Por todo eso y por mucho más, hoy amigo mío, aficionado a una fiesta que en un tiempo fue considerada nacional, te reservo este momento en mis reflexiones, pues creo que te lo mereces cuando nos han dado con la puerta en las narices.
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