Antonio Ferrera, en el hospital de Cabueñes de Gijón
El extremeño narra su hazaña en Gijón, donde toreó con una cornada, al igual que Castaño:
«Fue curioso, los médicos tuvieron que repartirse en la enfermería»ANDRÉS AMORÓS / GIJÓN / ABC
Para el que sólo lea el resultado, la corrida del martes (¡y trece!) en Gijón ha sido terrible: un mano a mano en el que los dos diestros,Antonio Ferrera y Javier Castaño, sufren graves percances, ha de matar un toro el sobresaliente, vuelven al ruedo los dos heridos y triunfan... Para el que tuvo la fortuna de estar en la Plaza, ha sido una tarde extraordinaria, que demuestra la grandeza única de esta Fiesta. Al día siguiente, son muchos los aficionados que me hablan con entusiasmo. Todos coinciden en que hemos vivido la verdad de la Tauromaquia: toros encastados, toreros valientes, excelentes cuadrillas, lidias completas. Si se quiere atraer al público, éste es el camino, como están buscando ya en Francia.
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