Vicente Yángüez El Chano en la habitación del hospital salmantino
FOTOGRAFÍA DE DAVID ARRANZ
El Chano: «Sentí un crujido muy fuerte en las vértebras, como si me hubiesen desconectado las piernas»
El banderillero habla cara a cara con ABC en la habitación del hospital de Salamanca, donde permanece ingresado por su dramática cogida en Ávila
ABC.-Día 14/07/2012
«Estaba banderilleando el sexto de la noche en Ávila y quise hacer las cosas bien. El novillo se me puso muy por delante y no le pude ganar la cara y me pegó una voltereta muy fea. Caí de mala postura y al instantenoté que me había roto. Sentí un crujido muy fuerte en las vértebras, como si me hubiesen desconectado las piernas y ya no me pude mover», así relata a ABC el subalterno Vicente Yángüez «El Chano» la grave cogida que sufrió el viernes en la capital abulense cuando actuaba a las órdenes de la novillera Milagros del Perú.
Postrado en una cama del Hospital Virgen Vega de Salamanca, al que fue trasladado tras sufrir la cogida, El Chano es consciente de la gravedad de su lesión neurológica: «Tengo rota la vértebra L-5, que me está aplastando la médula espinal, y de ahí que no tenga sensibilidad», explica cara a cara con ABC en la habitación 206.
Asegura que los facultativos que le atienden le han dicho que tiene que ser intervenido quirúrgicamente –aún no se sabe si en Salamanca o en Getafe (Madrid), localidad próxima a la que reside, Parla-, pero «hay que esperar a que baje la inflamación de la vértebra dañada».
Parálisis del muslo para abajo
«Es una operación bastante fuerte –apostilla- pero vamos a ver lo que se sale de ahí». No obstante, sabe que «la cosa no pinta bien» para recuperar la movilidad de sus piernas, al tiempo que subraya que «la parálisis» la tiene «del muslo para abajo».
Con una frialdad que sobrecoge, El Chano ya piensa en «poder llevar una vida para no depender de nadie y para no tener a la familia reventada», y aunque es consciente que «será muy difícil la recuperación», confía en que podrá «avanzar bien porque, cuando se cierran unas ventanas, se abren otras».
Emocionado, pero con una entereza envidiable, confiesa que lo primero que se le pasó por su cabeza tras la cogida fue su familia –está casado con Cristina desde hace diecisiete años, que no se separa de la cama de su marido, y tiene dos hijas Ainoa, de 14 años, y Marta, de 11-, y luego, en la enfermería, pensó en algunos compañeros, aunque no especificó cuáles, que han sufrido lesiones similares.
A sus 39 años, «ya para 40», apostilla, El Chano, que actualmente forma parte de la cuadrilla deMiguel Abellán, aunque el viernes actuaba a las órdenes de Milagros del Perú, señala que en sus inicios como novillero quiso ser matador de toros, pero «la cosa estaba muy complicada» y con 17 años se hizo «banderillero; voy a cumplir 23».
Superar la adversidad
Afirma que vive de su profesión para la que constantemente se está preparando con el objetivo de «estar a punto», y cuando la temporada acaba en España, algunas veces viaja a América, pero si no es así se dedica a «estar con la familia y a prepararme».
Cuando sea dado de alta, subraya que se planteará «la vida de otra forma» porque ante la lesión que padece «hay que ser honesto y el toro se ha acabado en más de un 90 por ciento. Hay que ser consecuente, mirar las cosas de frente y superarlas».
Entre las aficiones de Vicente Yangüez está el atletismo, una práctica que «no» va a dejar de hacer, «aunque sea en silla de ruedas» y con la familia dice que «juega al fútbol» y que va «mucho al cine».
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