Este jueves, festividad del Corpus en Sevilla, no es cualquier día para Agustín de Espartinas, es el día, es la oportunidad esperada con ansias, con ilusiones y que tantas veces ha imaginado. Salir victorioso es un sueño, que nunca mejor dicho no le deja conciliarlo, y puede convertirse en realidad apenas que los de Montealto metan la cara en su muleta y le permitan expresar su toreo, lo que lleva dentro, ese que ha forjado a pulmón y día a día a base de duro entrenamiento tanto físico como mental, pues como él bien dice "la cabeza manda mucho y esa tarde tiene que funcionar muy bien".
Al otro lado del teléfono, tras una jornada larga de tentadero, escucho la voz de alguien que confía mucho en sí mismo, que va a por todas y que lo primero que expresa al preguntarle por esa fecha marcada de rojo en su calendario es: "tengo mucha fe, buenas vibraciones y presiento que algo va a pasar".
Con la mente despejada y muy pero que muy mentalizado para pisar con fuerza el albero en cuanto suene el pasodoble 'Plaza de la Maestranza' y se deslice el cerrojo del patio de caballos, que puede abrirle las puertas de la gloria a este joven de Espartinas, Agustín asegura sentirse "muy animado y muy contento ante esta oportunidad en mi tierra que no puedo desaprovechar porque la esperamos todos los toreros".
Manifiesta a su vez que su "lucha es continua" para sobrevivir en este mundo de titanes en el que uno se juega la vida literalmente y no se puede permitir ningún error, y ninguno es ninguno. "En una tarde así te la juegas y hay que echar la pata pa'lante porque las oportunidades para toreros en mi situación brillan por su ausencia, pero tengo mucha fe en ese día, porque puede ser un referente, y en la corrida en general, de la que únicamente sé que tengo que matar dos toros, a los que el ganadero ha mimado y con muy buenas hechuras... lo que tengan dentro ya es otra cosa".
"Yo estoy preparado todo el año, entreno todos los días y le pego diariamente al carretón porque no puedo pincharlos, pero para esta cita me he preparado aún más, he matado algunos toros en el campo y he toreado muchas vacas, algo que agradezco a muchos amigos del toro que han respondido en estos momentos", enfatiza el de Espartinas, que cumple seis años de alternativa y con corridas duras a sus espaldas.
Con una sola tarde en esta temporada, el pasado mayo en Alès (Francia) en la que se sintió a gusto pues le compensa la calidad a la cantidad, y con la esperanza de firmar fechas en los próximos meses en los que tiene algo ya hecho, Agustín destaca que se ve bien en el campo, seguro de sí mismo y, por situaciones personales y profesionales que ha vivido, subraya que afronta "las cosas de otra manera, más maduro y con errores corregidos, porque Sevilla te puede abrir muchas puertas ahora y de cara al año que viene, y te puede cambiar la vida".
Para no quitarle más tiempo, lo prometido era deuda, abrevio la conversación y vuelvo al 19 de junio y su frase más repetida es que "algo va a pasar en Sevilla... lo presiento". Dios te escuche Agustín porque ojalá este jueves cuando vayas camino del hotel, en un día histórico para España, y esperemos que para ti también, ya con Felipe VI proclamado rey y con el baile de los Seises en las retinas de muchos sevillanos mientras tú bailabas con la muerte, puedas decir que tanto esfuerzo ha merecido la pena. Suerte torero.
Burladero
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