Montes perfilado con el toro Morito corrida de la prensa 1906 |
Diego Urdiales |
José Ramón Márquez
Me hizo gracia leer el otro día una tontería publicada por un crítico a cuenta de una estocada ‘perfecta’ de José Tomás que provocó vómito en el toro. Por chinchar a un contrincante, sale el revistero con un párrafo de desecho de tienta que reza así:
El profesional del periodismo debería distinguirse, gustos al margen, por la objetividad. Y sobre todo por el rigor. Una estocada arriba no puede confundirse con una ‘estocada fea y baja’, con un ‘bajonazo’, ni con una ‘estocada caída’. JT le partió la madre y el corazón al jandilla por derecho.
Como no vislumbro mucho rigor en la apreciación del revistero, traeré a colación, con el fin de enseñar al que no sabe, el magisterio de Paco Montero, publicado bajo el título de Un poco de ciencia en El Ruedo, número 45 de 18 de abril de 1946. El envío se lo debo a la minuciosidad del gran aficionado que es D. Juan Galacho.
Me hizo gracia leer el otro día una tontería publicada por un crítico a cuenta de una estocada ‘perfecta’ de José Tomás que provocó vómito en el toro. Por chinchar a un contrincante, sale el revistero con un párrafo de desecho de tienta que reza así:
El profesional del periodismo debería distinguirse, gustos al margen, por la objetividad. Y sobre todo por el rigor. Una estocada arriba no puede confundirse con una ‘estocada fea y baja’, con un ‘bajonazo’, ni con una ‘estocada caída’. JT le partió la madre y el corazón al jandilla por derecho.
Como no vislumbro mucho rigor en la apreciación del revistero, traeré a colación, con el fin de enseñar al que no sabe, el magisterio de Paco Montero, publicado bajo el título de Un poco de ciencia en El Ruedo, número 45 de 18 de abril de 1946. El envío se lo debo a la minuciosidad del gran aficionado que es D. Juan Galacho.
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