Por: Ángel Berlanga.
Adolfo Martín continúa recuperándose del gravísimo percance sufrido en su finca a finales del mes de septiembre, cuando un toro de su ganadería le infirió tres cornadas que a punto estuvieron de costarle la vida. "Estoy mucho mejor. Ya doy paseos fuera de casa y no tengo secuelas ni dolores. Aún estoy débil, es cierto, y también se me inflama la pierna que me atravesaron de lado a lado, pero no cojeo y sólo debo dar gracias a Dios por estar aún vivo", declara.
El ganadero, que se ha puesto en manos del Dr. Calvo, especializado en medicina interna en el Hospital Clínico de Madrid, asegura que todo está marchando bien: "Ayer estuvo haciendo análisis y ecografías y se quedó asustado de mi dureza, de mi naturaleza y de la buena salud que tengo. Hace veinte días estaba en una cama porque no me tenía de pie y ahora ya ando mi kilómetro o kilómetro y medio y noto que cada día estoy cogiendo más fondo".
Adolfo confiesa que la semana que viene "espero poder dar mi primera vuelta por el campo, aunque sea ir y venir en el mismo día", agregando: "Mi hijo ha dado todo un ejemplo y está dirigiendo junto al mayoral la ganadería. Estoy en contacto con ellos continuamente, hablamos por teléfono ocho o diez veces al día y me van contando las novedades de la ganadería. Estoy al tanto de todo".
Aunque admite no tener aún "la agilidad que tenía", algo normal "después de 21 días en la UCI y de sufrir una infección fuerte", matiza, "al menos ya puedo valerme por mí mismo, porque los días en que había recuperado el uso de la razón pero no podía ni mantenerme en pie fueron muy duros".
"Al cien por cien -prosigue- calculo que estaré dentro de un par de meses. No hay que olvidar que no he tenido un simple contratiempo, sino que he estado a punto de morir. Tengo que volver a Badajoz el mes que viene, donde por cierto me operaron maravillosamente, y este viernes en Madrid me darán resultados de las últimas pruebas".
Lo que tiene claro el ganadero, es que a él le han salvado "las circunstancias". "Cuando yo entré a operarme, a mi hijo le dijeron que no salía de esa. Estoy vivo porque él estaba allí para quitarme al animal, porque según me cogió era para haberme asesinado y dejado muerto allí mismo. Fue vital también el helicóptero que me rescató porque estuve a punto de desangrarme y, por supuesto, todo el equipo que me operó tan bien… Me salvó todo eso y… ¡y que no era mi día, para qué vamos a darle más vueltas! Hay que pasar capítulo. Si Dios quiere esto va a ir para adelante y a mejor", concluye.
Aplausos.
Adolfo Martín continúa recuperándose del gravísimo percance sufrido en su finca a finales del mes de septiembre, cuando un toro de su ganadería le infirió tres cornadas que a punto estuvieron de costarle la vida. "Estoy mucho mejor. Ya doy paseos fuera de casa y no tengo secuelas ni dolores. Aún estoy débil, es cierto, y también se me inflama la pierna que me atravesaron de lado a lado, pero no cojeo y sólo debo dar gracias a Dios por estar aún vivo", declara.
El ganadero, que se ha puesto en manos del Dr. Calvo, especializado en medicina interna en el Hospital Clínico de Madrid, asegura que todo está marchando bien: "Ayer estuvo haciendo análisis y ecografías y se quedó asustado de mi dureza, de mi naturaleza y de la buena salud que tengo. Hace veinte días estaba en una cama porque no me tenía de pie y ahora ya ando mi kilómetro o kilómetro y medio y noto que cada día estoy cogiendo más fondo".
Adolfo confiesa que la semana que viene "espero poder dar mi primera vuelta por el campo, aunque sea ir y venir en el mismo día", agregando: "Mi hijo ha dado todo un ejemplo y está dirigiendo junto al mayoral la ganadería. Estoy en contacto con ellos continuamente, hablamos por teléfono ocho o diez veces al día y me van contando las novedades de la ganadería. Estoy al tanto de todo".
Aunque admite no tener aún "la agilidad que tenía", algo normal "después de 21 días en la UCI y de sufrir una infección fuerte", matiza, "al menos ya puedo valerme por mí mismo, porque los días en que había recuperado el uso de la razón pero no podía ni mantenerme en pie fueron muy duros".
"Al cien por cien -prosigue- calculo que estaré dentro de un par de meses. No hay que olvidar que no he tenido un simple contratiempo, sino que he estado a punto de morir. Tengo que volver a Badajoz el mes que viene, donde por cierto me operaron maravillosamente, y este viernes en Madrid me darán resultados de las últimas pruebas".
Lo que tiene claro el ganadero, es que a él le han salvado "las circunstancias". "Cuando yo entré a operarme, a mi hijo le dijeron que no salía de esa. Estoy vivo porque él estaba allí para quitarme al animal, porque según me cogió era para haberme asesinado y dejado muerto allí mismo. Fue vital también el helicóptero que me rescató porque estuve a punto de desangrarme y, por supuesto, todo el equipo que me operó tan bien… Me salvó todo eso y… ¡y que no era mi día, para qué vamos a darle más vueltas! Hay que pasar capítulo. Si Dios quiere esto va a ir para adelante y a mejor", concluye.
Aplausos.
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