Plaza de toros La Macarena de MEDELLIN (COLOMBIA). 30-01-2015 - Tres cuartos
RESEÑA: Pepe Manrique (silencio); Julián López “El Juli” (ovación tras aviso); Iván Fandiño (dos orejas); Alejandro Talavante (oreja tras aviso); Sebastián Ritter (ovación); Luis Miguel Castrillón (silencio tras aviso); y Pablo Hermoso de Mendoza (palmas).
GANADERIA: Toros de La Carolina.
COMENTARIO. La historia se repite y Hermoso de Mendoza, como está siendo habitual en esta temporada, enfrentó a un toro difícil y que fue a más, resultando casi imposible en el último tercio. Esta vez fue en el Festival de La Macarena de Medellín, con la Virgen saliendo en procesión al ruedo y seguida por los matadores. No tiene la belleza visual del de Manizales, pero también impresiona la plaza sin la sola luz de las velas de los asistentes.
Comenzó su actuación montando a NAPOLEON que tuvo unos momentos de brillantes ante un toro que embestía con buen son y que se rebosaba en la grupa del caballo cuando este se doblaba con él. Colocó un rejón de castigo que quedó hilvanado y el segundo entró solo medio, cayendo a la arena durante la lidia. Al no quedar el toro totalmente castigado, hizo, como suele ser habitual en el toro colombiano, que se viniera para arriba y así desde el inicio puso en muchos apuros a un DISPARATE que solo a base de potencia y de facultades pudo lidiar a un toro que venía como un “obús”. Lo engañaba en banderillas con un leve toque al pitón contrario, pero resultaba imposible templarlo de costado sin que te terminara arrollando. Alargó con DISPARATE para tratar de entregarlo, pero todo era mentira, porque había ratos que parecía entregado pero luego venía el taponazo. DALI reemplazó al exhausto DISPARATE y como caballo potente que es consiguió una lidia limpia, llegando a la cara del toro en dos banderillas y rematando la segunda con una pirueta. Luego vinieron las cortas, con PIRATA cuarteando a un toro que era el Orient Express de lo fuerte que le venía al caballo. Violencia que hizo que Pablo no pudiera dejar una de las banderillas que colocó a dos manos y que le resultara realmente complicado enterrar el rejón de muerte. Escuchó palmas en el cierre de un festival al que el público respondió en tres cuartas partes del aforo de la plaza.
PABLO HERMOSO DE MENDOZA |
Fotos Juan Andrés H. Mendoza |
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