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| Foto Juan Andrés H. Mendoza - PABLO HERMOSO |
LUGAR: Plaza de Toros Chano Ramos de AMECA (JALISCO) .FECHA. 10 de febrero de 2.018
ENTRADA: Tres cuartos.
RESEÑA: Alejandro Martínez Vértiz (oreja y ovación); Pablo Hermoso de Mendoza (palmas tras aviso y silencio tras aviso); y Fermín Espinosa “Armillita IV” (dos orejas y dos orejas y rabo).
GANADERIA: Toros de San Fermín (1, 3, 4 y 6) y San Pablo (2 y 5).
CABALLOS UTILIZADOS:
Primer toro de la Ganadería de San Pablo, número 66, de nombre No me olvides, 475 Kg: De salida ALQUIMISTA (2 rejones de castigo); en banderillas BERLIN (2 banderillas) y GAIATO (2 banderillas); y para el
último tercio GARFIO (tres cortas y un rejón de muerte y ocho descabellos).
Segundo toro de la Ganadería de San Pablo, número 65, de nombre Arrogante, 460 Kg: De salida AGORA II (2 rejones de castigo); en banderillas DECO (2 banderillas) y DONATELLI (2 banderillas); y para el último tercio BACANO (tres cortas, un par a dos manos, un rejón de
muerte tras dos pinchazos y seis descabellos).
OTROS CABALLOS DESPLAZADOS: DALI e IMPACIENTE.
COMENTARIOS. Comenzaba el carnaval de Jalisco que en esta temporada va a constar de cuatro fechas seguidas y lo hacía en la localidad de Ameca, y además coincidía con una efeméride para Pablo como es la
celebración de su festejo dos mil cuatrocientos. No pudo ser una celebración exitosa por el uso del descabello que protagonizó la tarde de forma negativa. Dos buenas actuaciones, sobre todo la segunda que se vieron emborronadas en el instante final.
El primer astado que lidió Pablo fue bueno mientras le duraron las uerzas o las ganas de embestir. Esto sucedió de salida donde galopó con ligereza y embistió con codicia a los requerimientos de
ALQUIMISTA. Antepuso dos rejones de castigo a esos ímpetus iniciales y el jinete se fue por BERLIN con quien lució en un galope de costado largo y templado con el que dio una vuelta completa al ruedo. Seguido dejó una banderilla en lo alto y aquí es donde el toro ya se vino abajo. Decimos abajo en cuanto a embestir y dejar lucir a los caballos, porque lo que hizo fue ya defenderse y esperar a que le llegasen. Cerró su actuación BERLIN más porfiando para arrancar una embestida que luciendo su monta. Cuando Pablo apareció sobre GAIATO, el toro ya estaba muy agarrado al suelo y muy reservón, esperaba a que llegase el caballo a sus terrenos y hasta entonces no embestía, complicando así la suerte y añadiendo unos bruscos arreones que pusieron en algún apuro a la cabalgadura. Fue de menos a más el comportamiento del caballo que consiguió acoplarse a esas
dificultades, superarlas y dejar dos buenos palitroques en el morrillo. Con la banderillas cortas, GARFIO veía como el toro saltaba hasta la altura de la montura en cada embroque y siempre buscaba al jinete en lo alto. Un rejonazo en lo alto, aunque de colocación muy perpendicular parecía que sería suficiente para hacer doblar al astado pero no fue así y el descabello se atascó en esta ocasión para el jinete navarro.
El quinto fue un toro muy exigente y muy brusco. Desde los primeros compases de la lidia estuvo esperando y sin embestir a AGORA II. Ante tanta pasividad fue el caballo quien atacó con un primer rejón de castigo de categoría, valor y sobre todo fuerza, acudiendo a los terrenos del toro y saliendo en torero. Una actuación de caballo grande la que tuvo esta tarde AGORA II que en todo momento citó, templó y mandó ante un astado que mostraba muchas complicaciones. Con DECO llegó la vistosidad en las preparaciones y el lucimiento en los
embroques, que se remataban con piruetas, como sucedería luego con DONATELLI, quien también remató las suertes con piruetas y arriesgando mucho en ellas ante un astado que venía todavía muy fuerte. Ambos
caballos consiguieron poner la plaza en ambiente y que el público jaleara cada una de sus actuaciones. Igual sucedió después con BACANO, quien lució en las tres banderillas cortas dando la cara en los embroques y estuvo sensacional en un par a dos manos en los que se dejó llegar al astado hasta el mismo estribo. Remató las suertes con el teléfono y entró a matar de forma perfecta, dado el pecho, pero encontrando hueso hasta el rejonazo final. Igual que el primero, el toro aguantó el rejonazo y llegaría el desafortunado momento del
descabello.
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