domingo, 27 de abril de 2014

AGUASCALIENTES (MÉXICO) 25-04-14 JUAN PABLO SÁNCHEZ Y PABLO HERMOSO ROSA LA PUERTA GRANDE.


Fotografías: Emilio Méndez

Ya habíamos visto torear a Juan Pablo Sánchez y sólo faltaba la rúbrica, la espada, pero falló y todo quedó en una salida al tercio con mucha fuerza cuando pudo haber obtenido el triunfo grande. No hubo corte de apéndices en este toro pero la gente salió hablando de la faena de este torero sensacional.

 Juan Pablo Sánchez roza la puerta grande en Aguascalientes

Adiel Armando Bolio
Suerte Matador / 25 de abril de 2014
Ya en alguna ocasión, hablábamos de que a toreros como Juan Pablo Sánchez había que disfrutarlos al verlos torear pues el aficionado queda extasiado por su forma natural, congénita, de saber torear con temple, largueza y dimensión extraordinarios. Y aunque la tarde de este viernes de feria, la del día de San Marcos, 25 de abril de 2014, fecha de la tercera corrida del serial y cuarto festejo del abono de la afamada verbena sanmarqueña, vimos como dicho torero “tocó pelo” en el primer astado de su lote, lo hecho en su segundo era para haberlo desorejado pero lo hecho por Juan Pablo fue sublime y así se apreció y degustó su quehacer en el ruedo. Quien también cortó una oreja fue el caballero en plaza estellés Pablo Hermoso de Mendoza por una labor completa y lucida al segundo astado que le tocó lidiar.

Así pues, ante la mejor entrada en lo que va de la Feria Nacional de San Marcos en su edición CLXXXVI, casi lleno en el coso Monumental en tarde bochornosa, se lidiaron dos toros para rejones de la dehesa de Julio Delgado, de buen juego. Y para la lidia a pie cinco, uno de ellos de regalo, siendo mansos y complicados. Sólo el cuarto fue el que más se dejó pero gracias a la sabiduría torera de Juan Pablo Sánchez.


El rejoneador estellés PABLO HERMOSO DE MENDOZA en su primer astado de la dehesa de Julio Delgado, sobre caballo “Churrumai”, comenzó doblándose para después clavar con facilidad y destreza dos rejones de castigo, además de torear y templar a la grupa. Luego, arriba de “Chenel”, previo ajustado toreo de costado dejó dos banderillas a una mano para hacerse aplaudir con fuerza. Más adelante, montando a “Duende”, de frente y dando el pecho del corcel colocó, después de mostrar su estupenda doma equina, otros dos palos largos a una mano. Y encima de “Machete” puso tres rehiletes cortos y mató de estocada entera y caída para ser aplaudido.

A su segundo, de nombre “Colorín”, del hierro de Julio Delgado también, cabalgando de nuevo con “Churrumai” se dobló con el astado exponiendo de más para dejar dos rejones de castigo y luego templar con la banderola y a la grupa. Sobre “Estudiante” toreó a la mínima distancia de costado para clavar dos banderillas largas a una mano y al estribo. Después, sobre “Habanero” colocó otros dos garapullos largos de la misma manera seguidos entre unos y otros de espectaculares giros en la cara del toro. Y montando a “Machete” incrustó tres banderillas cortas, templó a la grupa e hizo la suerte de “el teléfono” desde su montura. Mató al segundo viaje y se le otorgó un apéndice.


A pie, OCTAVIO GARCÍA “EL PAYO” en el primer toro que le deparó la suerte, que al igual que todos los de la lidia ordinaria fueron de la finca de La Estancia, se fue casi a porta gayola para ser arrollado e irse a las tablas para dar una larga cambiada de rodillas y de pie nada más bregar ante la mansedumbre del astado y su flojedad al ir a los caballos. Con la muleta, tras haber iniciado con pases vaciando por alto, rematando con el de la firma y el desdén, superó sobradamente lo manso del astado logrando algunas series cortas derechistas. Sin embargo, la poca colaboración del animal hizo que abreviara Octavio para matar de estocada honda y escuchar palmas.

A su segundo le paró bien en señeros lances a la verónica en tanto que con la franela le cuajó al soso y complicado estancieño una faena de gran mérito por ambos lados a través de su paciente insistencia para “robarle” materialmente los muletazos, principalmente por el pitón derecho, siendo por ahí por donde tomó rumbo su trasteo torero y de aguante verdadero, sin cortapisas. Por el otro perfil la historia fue igual, con pasajes de mucha importancia. El final fue con la diestra y metido en la cuna de los pitones, con valor y mérito evidentes, provocando la reacción inmediata de la concurrencia. Terminó de pinchazo y estocada honda, trasera y caída para ser aplaudido.

En el de regalo de la misma procedencia, nada hizo con el capote, mientras que con la muleta, teniendo enfrente un burel soso y con peligro, le puso voluntad y esfuerzo “El Payo” pues no daba mayores facilidades el enemigo. No acertó al matar y todo en aplausos de aliento.


JUAN PABLO SÁNCHEZ en el primer burel de su lote, otro manso, llamado “Más que Hermano”, sólo se limitó a bregarlo con intelingencia. Su quehacer muleteril, iniciado con toreros doblones que rubricó con el señero cambio de mano por delante flexionando una pierna y de pie con el de la firma y el desdén, fue a base de estar encima del huidizo astado y gracias a su personal temple lograr una labor más que torera y empeñosa por derechazos hasta ligarlo en un palmo de terreno para terminar de efectiva estocada contraria y serle concedida una oreja.

En el segundo que le tocó en turno, veroniqueó toreramente. Buen puyazo de Héctor Cobos. Pero vino la labor de muleta de Juan Pablo, que fue toda una joya de bien torear gracias a que él, con su temple innato, supo tallar esa “piedra bruta” para poco a poco irla puliendo hasta hacer ver mejor de lo que se pensó al “socio” que terminó entregándose a la sarga atemperada, suave y cadenciosa del joven Sánchez. Fue una brillante faena y ejemplo del saber esperar para en el momento preciso correr la mano derecha con ritmo, clase y calidad, mandando de verdad, de aquí hasta allá. Su toreo fue sedeño y aterciopelado, buscando siempre la cuidadosa manera de que el toro se convenciera de que ante él estaba el torero hecho temple. Y así, bajo las notas musicales de “Pelea de Gallos”, las que como cascadas bajaron por su cauce natural hasta la arena sanmarqueña, Juan Pablo Sánchez, porque así se llama el temple, sinónimo de arte y esplendor, adornó su obra con pinceladas como la vitolina, el de trinchera, el toreo en redondo sin chabacanerías y hasta el pase de Toledo con aires arrucistas, además de los cambiados por la espalda, ligando todo en un palmo de terreno, sin dejar de mencionar sus naturales de antología, así como más derechazos sin enmendar el terreno. Ya habíamos visto torear a Juan Pablo Sánchez y sólo faltaba la rúbrica, la espada, pero falló y todo quedó en una salida al tercio con mucha fuerza cuando pudo haber obtenido el triunfo grande. No hubo corte de apéndices en este toro pero la gente salió hablando de la faena de este torero sensacional.


FICHA: 
AGUASCALIENTES, Aguascalientes. Feria Nacional de San Marcos. Tercera corrida. Coso Monumental. Entrada: Casi lleno en tarde bochornosa. 
Dos toros para rejones de Julio Delgado, que dieron buen juego y, cinco de La Estancia para la lidia a pie, siendo uno de regalo, que resultaron mansos y complicados. Sólo el cuarto fue el que más se dejó torear pero gracias a su lidiador. El rejoneador navarro Pablo Hermoso de Mendoza: Palmas y una oreja. A pie, Octavio García “El Payo”: Palmas, palmas y palmas en el de regalo. Juan Pablo Sánchez: Una oreja y al tercio con mucha fuerza. 
El picador Héctor Cobos se hizo ovacionar en el cuarto de la lidia a pie.

Incidentes: Después del paseíllo la Academia Taurina Municipal de Aguascalientes le entrego un reconocimiento a Pablo Hermoso de Mendoza.


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