"...El hecho de que existan socialistas partidarios de los toros y otros que no, no es razón suficiente para que el PSOE se abstenga en la defensa de algo que es nuestra cultura...""
RETRATADOS... y superada la ILP
Antolín Castro
España
El debate para la admisión de la ILP Taurina ha tenido lugar en el Congreso de los Diputados. Un éxito, sin duda, de quienes lo promovieron y de quienes con entrega y pasión recogieron firmas así como de cada uno de los firmantes.
Será un día señalado en la historia de la Tauromaquia por tal admisión, lo que llevará a, tras su desarrollo parlamentario en Congreso y Senado, declarar la Fiesta que heredamos como Bien de Interés Cultural. Eso es todo y no es poco.
No es posible sustraerse a la necesidad de que hayan tenido que pasar muchas cosas para que la iniciativa popular tomara las riendas de la petición. La prohibición en Cataluña fue el detonante que hizo que sus aficionados se movilizaran y es que ha hecho falta que nos dejen sin nada para ver las orejas al lobo.
Las orejas al toro es la máxima preocupación de los protagonistas, los toreros, pareciendo que es eso solo lo que les preocupa, las orejas del toro. ¿Hará falta ver, como es diáfano muchos días, las ‘orejas al lobo’ de la falta de autenticidad y consecuente desinterés por los públicos, para que reaccionen ante esa otra forma de ver su desaparición?
Muchos profesionales taurinos han asistido como testigos al Congreso, los vistos allí precisamente son los que viven bien de la profesión, pero son esos mismos los que antes no movieron ni un dedo y que ahora tampoco lo moverán para que la Fiesta quede lejos de su disolución paulatina. Se conseguirá que quede protegida desde el punto de vista administrativo, pero ¿será igual desde el punto de vista de su integridad? que eso y no otra cosa es lo que podría salvarla definitivamente.
Decíamos en anterior escrito eso de ‘A retratarse’, refiriéndonos a los políticos y, naturalmente, hoy se han retratado. El Partido Popular apoyaba y apoyó la iniciativa haciendo una defensa de los valores culturales que atesora la fiesta brava y la necesidad de dar este paso en el momento actual. No fue sorpresa este apoyo del grupo mayoritario en el Parlamento que aseguraba la iniciativa popular taurina.
Y siguieron retratándose los miembros de los demás grupos, muchos de ellos de forma bastante artera y radical, fuera incluso del propio discurso taurino, CIU, ERC, PNV e Izquierda Plural, todos votaron en contra. De sus argumentos es mejor no hablar, ya que una vez más arrimaban el ascua a su sardina sin debatir el propio sentido de la iniciativa. UPyD y UPN anunciaban que apoyaban, como el PP, la iniciativa, con lo que ya no se quedaría solo el grupo Popular en su apoyo.
Nadar y guardar la ropa, así se puede calificar la intervención del representante socialista en su turno. Desgranó un discurso lleno de capotazos, valga el símil, todos fuera de cacho, sin dar el pecho y echando el toro hacia las afueras. A ratos parecía pedir disculpas por abstenerse y a ratos parecía regañar a quienes apoyaban la iniciativa cuando le parece que todo funciona. Que no funciona baste recordar que precisamente porque se vio atacada la propia libertad de la Fiesta, miembros socialistas lo apoyaron en Cataluña, se movilizó la iniciativa y de ahí que se pida hoy una declaración que en el futuro lo evite. Ese y no otro es el sentido de la propuesta de protección a nuestra Fiesta.
Yo si quiero recordar que otras cosas en nuestra sociedad, que funcionaban razonablemente bien, se encargó el grupo socialista de dotarlas de leyes para mejorar su protección. Ni bien ni mal, simplemente cierto, pero que eran cosas promovidas por ellos, ahí radica su incoherencia. El hecho de que existan socialistas partidarios de los toros y otros que no, no es razón suficiente para que el PSOE se abstenga en la defensa de algo que es nuestra cultura. Distintas varas de medir para con tantísimas otras cosas donde la posición y la disciplina de grupo es obligada. No atreverse a decir que si ni que no, no se puede considerar virtud, más al contrario, es cobardía u oportunismo para evitar sangrías de votos. Retratados quedan como mansos, no embisten, se rajan.
Retratados ya los políticos, 180 a favor, 40 en contra y 107 abstenciones, queda que los toreros y resto de profesionales del mundo del toro quieran retratarse definitivamente para que el barco no haga agua por muy Bien de Interés Cultural que se declare la Fiesta.
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