Su copla más popular. María de la O se hizo inmortal gracias a la tonadillera sevillana
MARÍA DE LA O
(Valverde, León y Quiroga)
«Para mis manos...
tumbagas,
Pa' mis caprichos...
moneas.
Y pa' mi cuerpo lucirlo
mantones bordaos,
vestíos de sea.
La luna que yo pida,
la luna que me da.
Que pa' eso mi payo
ha visto más parnés
que tiene un sultán.
Envidio tu suerte,
me dicen algunas
al verme lucir.
Y no saben, probes,
la envidia que ellas
me causan a mí.
María de la O,
que desgraciaíta,
gitana, tú eres
teniéndolo to'.
Te quieres reír...
Y hasta los ojitos
los tienes moraos
de tanto sufrir.
¡Maldito parné...
Que por su curpita
dejaste al gitano
que fue tu querer.
Castigo de Dios,
castigo de Dios.
Es la crucecita
que llevas a cuestas,
María de la O.
Para su sed fui el agua.
Para su frío, candela.
Y pa' sus besos gitanos
un cielo de amores
con luna y estrellas.
Querer como aquel nuestro,
No hay en el mundo dos.
¡Maldito dinero
que así de su vera
a mí me apartó!
Serás más que reina,
me dijo a mí el payo
y yo le creí.
Mi vida y mi oro
daría yo ahora
por ser lo que fui.
María de la O,
que desgraciaíta,
gitana, tú eres
teniéndolo to'.
Te quieres reír...
Y hasta los ojitos
los tienes moraos
de tanto sufrir.
¡Maldito parné...
Que por su curpita
dejaste al gitano
que fue tu querer.
Castigo de Dios,
castigo de Dios.
Es la crucecita
que llevas a cuestas,
María de la O.»
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