Otra tarde más que
la Sevilla taurina baja su nivel de exigencia y convierte una tarde anodina y
pueblerina en triunfos y positivismo donde no lo hay.
La influencia del medio toro de Las
Ramblas, los adictos e incondicionales palaciegos venidos en masa en autobús,
la pachanguera banda de música y la poca exigencia del palco presidencial, son
los ingredientes que tuvo la tarde para degradar a mediocretranza la plaza de
toros de Sevilla.
Encierro con buena facha de Las
Ramblas. Lo que tenían dentro era más de lo mismo a lo que nos tienen
acostumbrados estos taurinos dominantes. Animales desclasados, flojos y lo peor
que puede decirse de un toro, manejables.
Curro Díaz plasmó su estética torera,
pero lucir el tipo no es suficiente, hay que ajustar pases y eludir tanto
adorno y eso que ejecutó los mejores muletazos de la tarde.
Pepe Moral lidió y mató tres toros por cogida de Román. No se puede poner
“peros” a su entrega y ganas de agradar, Sus oponentes llegaron a la muleta
entregados, andando que no embistiendo y eso no es. Eso es aprovechar la
docilidad del toro incompatible con
casta y bravura. Su gente le jalea y arranca una oreja a la graciosa
presidenta.
Román tiene un toreo de ataque. Al menos es de agradecer cuando tiene
delante el medio toro de esta tarde. Cuando estaba toreando muy confiado y muy
dominador surgió la cornada que le impidió continuar la lidia. Nos quedamos con
ganas de ver ese toreo fresco que le hizo triunfar en Madrid y Valencia. Otra
vez será.
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