Cumple 248 años desde la primera vez que abrió sus puertas para realizar la primera corrida de toros, en donde contó con la presencia del virrey Manuel de Amat y Juniet
¡Feliz aniversario a la Plaza de Acho!
30 de Enero de 2014.-
La Plaza de Acho hoy cumple 248 años desde la primera vez que abrió sus puertas para realizar la primera corrida de toros, en donde contó con la presencia del virrey Manuel de Amat y Juniet, quien estableció que las ganancias obtenidas se destinen a obras benéficas a favor de hospicios y hospitales, mandato que se cumple en la actualidad.
Esta monumental pieza arquitectónica, la tercera más antigua del mundo, conocida entonces con el nombre Plaza Firme del Hacho, está situada en el distrito del Rímac, al pie del cerro San Cristóbal.
Allí se han realizado innumerables y afamadas faenas con los mejores matadores del mundo, convirtiendo al Perú en protagonista entre los países que conservan la tradición de los toros.
La Plaza de Acho cuenta además con el Museo Taurino donde es posible encontrar óleos – entre los que destaca un auténtico Picasso –, dibujos, acuarelas, fotografías, trajes de toreros completos, cabezas de toro disecadas y toda la parafernalia de la Tauromaquia, la cual fue reunida gracias a las donaciones de varios coleccionistas.
En la actualidad la plaza pertenece a la Sociedad de Beneficencia de Lima Metropolitana, que la adjudica todos los años a las empresas interesadas en realizar la Feria Taurina Señor de los Milagros. La renta recaudada es destinada a la labor social que realiza en sus diez dependencias donde atiende niños, niñas, adolescentes, madres gestantes y adultos mayores que se encuentren en situación de vulnerabilidad.
Fuente: Sociedad de Beneficencia de Lima Metropolitana
En sus exteriores, la Plaza de Acho presenta una forma circular, con una serie de portales rectangulares estrechos y altos que se suceden unos de otros, en grupos de 6, a lo largo del frontis del coso. En el interior del recinto y aún fuera del coso se ubican la capilla hacia el lado noreste, el desolladero al lado este, y los corrales hacia el lado norte. Posee una explanada en su lado oeste, conocida como Patio de Sombra, en donde se ubican el Museo Taurino, el Restaurante de la plaza, y una serie de obras escultóricas alusivas a figuras del toreo y personajes ligados a la tauromaquia, entre las que destacan esculturas de Victorio Macho, Miguel Baca Rossi y Raúl Franco Ochoa.
Su construcción es de material noble, adobe y madera, habiendo sobrevivido a los terremotos que ha sufrido la ciudad de Lima desde su construcción.
La plaza fue fundada el 30 de enero de 1766, durante el gobierno del virrey Manuel de Amat y Juniet, antecediéndola en antigüedad la plaza de toros de Béjar y Zaragoza, en España. La plaza española de Sevilla inició su construcción en 1749, pero concluyó formalmente después de la de Acho.
El cartel de la corrida inaugural lo integraron Pisi, Gallipavo y Maestro de España. El primer toro lidiado fue Albañil Blanco, con divisa caña y rosado, de la hacienda Gómez de Cañete, propiedad del burgomaestre limeño, Agustín de Landaburu. A esta primera corrida de toros asistió el virrey Manuel de Amat y Juniet.
En 1945 fue remodelada, ampliándose su capacidad a trece mil espectadores, pero en desmedro de las dimensiones del ruedo, que dejó de ser el de mayor tamaño del mundo. La remodelación estuvo a cargo del ingeniero Francisco Graña Garland.
Vista panorámica de la Plaza de Toros de Acho, en el Rímac, en un grabado publicado en el libro “Lima, apuntes históricos, descriptivos, estadísticos y de costumbres” de Manuel Atanasio Fuentes, París, 1867. Foto: Archivo de la Editorial PEISA,
PLAZA DE TOROS DE ACHO - AÑO 1890
Armillita, Manolete y Domingo Ortega
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