"...Estoy seguro que Dolores Aguirre desde el cielo, habrá disfrutado con el juego de sus toros. Aquí en la tierra, ha dejado un recuerdo entrañable. Fue una ganadera que siempre apostó por un toro integro, entero y verdadero..."
HOMENAJE A DOLORES AGUIRRE
Domingo Delgado de la Cámara
El pasado invierno falleció Dolores Aguirre, por eso hoy los toros han lucido divisa negra. Estos toros han rendido a su dueña un merecido homenaje. La corrida en su conjunto ha sido muy interesante y hasta ha habido algún toro de gran calidad. Unos toros astifinos y muy bien presentados que han dado mucho juego en el último tercio. Como corresponde al encaste Atanasio, han sido muy abantos de salida y han hecho una pobre pelea en el primer tercio. Pero después han embestido mucho y bien a las muletas. Han destacado sobre manera, el cuarto, por su calidad quintaesenciada y el quinto, por su fiereza encastada. En lineas generales toda la corrida se ha dejado torear. Ha sido una reivindicación del encaste Atanasio, injustamente marginado en la actualidad. A pesar de ser unos toros fríos en el inicio de la lidia, acaban embistiendo con un son y una calidad sensacional. Un día habrá que hablar en serio de aquel genio de la ganadería brava que fue Atanasio Fernandez Iglesias, creador de un toro único y con mucha personalidad.
A priori el cartel de ayer era muy interesante. Estaba en el, Manuel Escribano, tras su gran triunfo de Sevilla con los Miuras. Y también estaba Juan del Álamo, que comparecía en Pamplona después de sus buenas actuaciones en la primavera madrileña. Aunque ha cortado una oreja y ha dado una vuelta, Manuel Escribano, me ha decepcionado un tanto. Son evidentes sus deseos de agradar y también parece evidente que puede cuajar en un buen profesional de la corrida dura, pero ayer tuvo un lote excelente, y desde un punto de vista artístico estuvo muy por debajo de sus toros. Con el noble y pronto primero hizo una faena codillera, despega muy poco los brazos del cuerpo al torear. Después de una estocada baja, cortó una oreja generosa, premio a la buena voluntad. El cuarto, llamado "Caracorta", fue el primer premio gordo de esta feria. Este toro fue un dechado de clase y calidad en la muleta, un toro para gustarse toreando. Un toro para mecer el toreo y paladearlo a cámara lenta. La faena fue tan rápida, como insulsa. Escribano se puso muy encima y prodigó muletazos sin sabor ni cadencia ninguna. Con un toro así y en una feria como esta, la buena voluntad no basta. Un torero con aspiraciones debe ofrecer mucho más. La presidencia con buen criterio negó la oreja. Hubiera sido un exceso concederla, teniendo en cuenta la poca entidad del trasteo y ese pinchazo y ese descabello. Nunca debe de concederse la oreja cuando se ha escamoteado la suerte suprema. Lo mejor de la actuación de Escribano, un quiebro muy expuesto con las tablas en la espalda en el primero de la tarde.
Sufro con Joselillo cuando le veo torear. Su escaso poderío y su escasa técnica, le hacen estar siempre a merced de los toros. Otra vez se fue en sus dos toros a portagayola, y las dos veces salió trompicado y en un tris de sufrir una cogida. Sus trasteos de muleta, fueron igual que siempre, llenos de buena voluntad, pero carentes de mando y temple. Su primero fue un toro bonancible que duró poco, pero mientras duró, no lo aprovechó. Pero peor fue lo del quinto, un toro muy encastado y agresivo, y por tanto, de una tremenda exigencia. Cuando no iba dominado ni sometido, embestía con gran violencia. Sin embargo, cuando se le le bajaba la mano, obedecía e iba hasta el final. Debido a esa embestida potente y vibrante, en veinte muletazos se le podían cortar las orejas. Pero Joselillo nunca lo sometió por abajo y no terminó de poder con él.
Juan del Álamo, tampoco estuvo fino con su primero. El toro tenía cierto genio, y siempre se lo echaba muy fuera en cada muletazo. El sexto, fue un manso escandaloso, que saltó dos veces al callejón, lo que hizo las delicias de las peñas en general y los guiris en particular. En la muleta fue un toro de embestida discontinua, y por tanto desconcertante. Con este toro estuvo bastante mejor. Hubo algunos muletazos buenos, y destacó una gran estocada de mucha entrega. Del Álamo se fue muy derecho tras el acero, enterrándolo en todo lo alto y saliendo trompicado. Una estocada de vuelta al ruedo, que modestamente no dio. Aún con altibajos, Juan del Álamo, siempre deja algo bueno en cada una de sus actuaciones. Este torero puede ser.
Estoy seguro que Dolores Aguirre desde el cielo, habrá disfrutado con el juego de sus toros. Aquí en la tierra, ha dejado un recuerdo entrañable. Fue una ganadera que siempre apostó por un toro integro, entero y verdadero. Y en una época como esta, llena de tratantes con corbata y llena también de ganaderos vasallos de los toreros, el recuerdo de Dolores Aguirre, ganadera ejemplar, nunca se nos olvidará.
No hay comentarios:
Publicar un comentario