viernes, 1 de junio de 2012

TOMÁS PÁRAMO ESCRIBI A "EL FUNDI"

EL FUNDI.-
Si, muy seguro estoy de ello, era un jueves por la tarde. Tal vez del principio de la primavera... seguramente después de Pascua de resurrección.
Una novillada sin picadores en las Ventas... Un cartel de niños. Tan niños que, pareciendo de primera comunión, vestían de traje corto los tres: Joselito, El Bote y El Fundi.
En el tendido, en una entrada muy barata, Pascual, Carlitos "El Polero" y yo. Estábamos allí atraídos por la ilusión de ver en directo a tan precoces toreros, salidos de la todavía novel escuela de toreros, donde nombres de chavales como Fernando Galindo o el después malogrado e inmenso "Yiyo", ya nos eran cercanos en nuestras conversaciones cotidianas de niños de pueblo.
Aquella tarde de escapada a Madrid, inmediatamente yo me hice del Fundi. Su cara de pillo, de listo, de granuja... y su desenvoltura me atraparon por completo. El Polero se hizo de la elegancia de Joselito -en su pasión de ser torero de postin y con finca- y Pascual se quedo con "el otro", al ser única su condición de elección: "yo me quedo con el que a vosotros os guste menos"... Aunque, menudo "gallo" también el sobrante; siempre otro torero con "usia". La vedad es que los toros le gustaban poco o nada al "Rubio", las chicas y el merengue Manolo Velázquez, retirado ya,
centraban sus pasiones por aquel entonces.
El Fundi, si senor, !Que torero! !Que  tío! Tan tío que, para no perder su tensión torera ni un solo día de su vida, emparejo con una de las niñas de quien maneja la voluntad animal de una de las mas señeras colecciones de "pavos" que habitan las dehesas españolas : los muy respetables -y respetados- "Escolar".
Éramos niños, si. Con otras ilusiones, con otros códigos, con otros valores.
Parece ser que hoy, Fundi, comienza a decir adiós a su plaza; según hoy también escribe algún periódico !Joder con su plaza!
!Que tío, de verdad, insisto! He tenido la suerte de verle muchas tardes. He tenido la suerte de escuchar alabanzas en bocas de especímenes intrasigentes que antes nada le regalaron. He tenido la suerte de rezar su caída de un caballo o su trágica cornada de Francia -su templo sagrado, donde justamente ejerce de dios tauromaco-... Suerte digo al contemplar después sus felices recuperaciones.
He tenido la suerte de seguir contemplando después su gallardía, su torería inteligente, su verdad en definitiva. En fin, uniendome a el tan solo algún saludo afectuoso de caras comunes del mundo
del toro y alguna presencia furtiva mía en algún callejón de plaza en la que ejercitaba maestría... sin embargo si compartí cercanía durante tiempo con Angelito -siempre el
hermano del Fundi en el argot-, otro pedazo torero. Tanto, y de tal manera, que seria difícil determinar vencedor de gallardía y de heridas de guerra entre ambos.
Se nos fue la infancia un día, querido Fundi. Se nos están marchando, poco a poco, aquellas ganas que los niños de pueblo teníamos de "ir a los toros". Y, ahora, comienzas a
marcharte tu también... Así es la vida.
!Enhorabuena maestro! Que tengas tanto descanso como felicidad nos entregaste... a tantos aficionados.
Pero que no me vengan ahora con lo de torero de Madrid. Porque los que oficializan dicha etiqueta saben bien lo que es sufrir tu espalda mientras los  verdaderos aficionados clamaban por ti !Pocos toreros cantaron "las siete" alguna vez a los dueños del numerito cotidiano como lo hiciste tu!
Ah, por cierto, aquel jueves de primavera, cuando volvimos en el coche de línea a Alcobendas, mis amigos y yo jugamos a los toros en la plaza hasta que mi abuela me llamo para cenar. Normalmente cenábamos escuchando conversaciones taurinas, por aquel entonces. Mi abuelo, adorando a Bienvenida, con quien se embelesaba de verdad era hablando del gaditano Rafael  Ortega o de Aguado de Castro, un sobrino suyo... el único matador de toros de Alcobendas que ha nacido -el otro pensaba el que iba a ser yo y yo, pensé después,
que iba a ser mi hijo Tomas-.
Gracias Fundi. Yo hubiese querido ser como tu... Pero tan solo he podido ser abogado.
Si Dios quiere esta tarde te veremos otra vez... !Torero! !Maestro!

Y ayer estuve, Fundi. Con mi alegría añadida al saber que tras el clarín, entre otros, también hacia el paseíllo Fernando Galindo; presencia añadida de pasiones de infancia de aquel lejano jueves. !Otro pedazo tío! !Otro torero de verdad! Con quien, desde el afecto siempre, compartí recuerdos imborrables... para mi, pequeños sueños cumplidos de pasión de aficionado desde cuando entonces.
!Joder con tu plaza, Fundi!
Me quedo con una frase, para ti cercana, que poco antes de mi añadido escrito de hoy he leído en un periódico: "hijos de víbora y de alacrán". Para los regentes, ahora, digo. Un publico de diez ayer, sin embargo.
Quienes mandan, ni tan siquiera ayer
respetaron vuestra dignidad torera... Que fue cumbre en medio del diluvio universal.
!No pasa nada, maestro!
!Te esperamos!... En la despedida grande que te queda.
Ah, mis saludos para el de confíanza.
Tomas Paramo, 21/05/2012.-

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