sábado, 18 de agosto de 2012

LA MUJER DEL MAESTRO FERNANDO CRUZ: SU ÚNICA PREOCUPACIÓN ERA SI ESTUVO VALIENTE.



La mujer de Fernando Cruz habla del estado del torero tras su gravísima cornada
«Nunca voy a verle torear en directo, no me gusta, pero nos insistió mucho en la importancia que tenía esta corrida, era el único compromiso que tenía firmado, y le hacía ilusión, así que decidimos respaldarle toda la familia, parecía que Dios quiso reunirnos allí delante a todos para verlo»
«Su única preocupación era si estuvo valiente».

LA RAZÓN / Madrid
«Nada más verme, sólo quería saber si había estado valiente en Madrid, si había dado la cara». Habla Mercedes Fernández, esposa de Fernando Cruz, matador de toros que el miércoles sufrió la herida por asta de toro más grave de lo que va de temporada al recibir dos cornadas en muslo y vientre cuando toreaba de muleta al tercer toro de Gavira en Las Ventas. «Su única preocupación era conocer cómo había transcurrido la tarde, que se había hablado de su actuación, si había gustado… Nos dejaron pasar a verle cinco minutos después del traslado desde la plaza y estuvo intranquilo hasta que le contamos cómo había transcurrido todo», recuerda Mercedes, más aliviada.

Paradojas del destino, ayer rompió el «modus operandi» que repite cada tarde de toros de Fernando y se acercó a Las Ventas para ocupar una localidad. «Nunca voy a verle torear en directo, no me gusta, pero nos insistió mucho en la importancia que tenía esta corrida, era el único compromiso que tenía firmado, y le hacía ilusión, así que decidimos respaldarle toda la familia, parecía que Dios quiso reunirnos allí delante a todos para verlo». 

Mujer, madre, hermana… Todas presenciaron la fatalidad que en ocasiones arroja la verdad del toreo. No en vano, Cruz, torero de Madrid, llegaba a «su» plaza, sin estrenarse de luces en 2012. «En invierno se encerró en el campo, muchos tentaderos y ahora quería aprovechar al máximo esta oportunidad, era una apuesta total para poder cambiar la situación actual y salió al ruedo para cumplir con creces ese cometido: seguir vivo en esta lucha tan dura como el propio toro», analiza Mercedes, que no se aleja un momento de la Clínica Virgen del Mar a la espera de novedades. 
Sin embargo, para Máximo García Padrós, cirujano jefe del coso venteño, «la mejor noticia es que no haya cambios significativos» en el estado del torero. «Hay que ser prudentes y esperar que pasen las horas sin novedad, ha pasado la noche sin fiebre y sedado para que pudiera descansar algo mejor», afirma. Por lo pronto, «continuará al menos otras 48 horas más en la UCI, porque no han pasado ni 24 de la cornada». «El hematoma en la espalda es considerable, preferimos que esté con vigilancia permanente para que siga controlado y evitar también riesgos de infecciones».

En este sentido, el cambio a planta dependerá en buena medida del TAC al que será sometido esta mañana. Para el alta hospitalaria habrá que esperar más. Una semana larga aproximadamente si la evolución es correcta. «¿Volver a los ruedos? Muy prematuro, tal vez un mes, tal vez menos, esta gente está hecha de otra pasta», aclara García Padrós que no duda en calificar el percance de Fernando Cruz como «el más severo de la temporada». «Sin contar el de El Chano, que no hubo herida quirúrgica, hablamos del más grave, dos cornadas que por separado ya eran de aúpa; hicimos un primer pronóstico de 20 y 10 centímetros, pero la del muslo nos quedamos cortos al rectificarla hasta los 25, era muy, muy extensa», concluye.

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