- En la tierra del olivo, Jesús Enrique Colombo sacó aceite de un charco de agua...
Redacción 'Del toro al infinito" blogspot
Úbeda, 5 de Octubre de 2014
Magnifica novillada la de Jiménez Pasquau en la que el mayoral ha tenido que dar la vuelta al ruedo a la muerte del 4°, acompañando al espada triunfante, Eduardo Salido.
Pero saltó la excepción, y fue el 7º novillo precisamente para Jesús Enrique Colombo, el más serio y cuajado del noble encierro, manifestándose ya de salida con sus intenciones de mansedumbre y remiso a los engaños de los lidiadores.
El joven Colombo no se arredró y lo recibió en el tercio con faroles de rodillas y rematando con verónicas y saltilleras aunque en una de ellas el burel protestón le arrebatar el capote de las manos, desquitándose el del Táchira en un templado y medido tercio de banderillas, con la cara por las nubes del novillo, que puso al público en pie.
Colombo tomó la pañosa y tal que un profesor se dirige el aula así se plantó ante el escarbador animal para ir dictando página a página una lección del toreo. Es asombroso ver la madurez que presenta este aun imberbe desgranando sabiduría ante un novillo prácticamente imposible y sacarle la faena inverosímil con valor, técnica y dominio, que si no pudo alcanzar el fulgor de lo espectacular, si que ofreció la dimensión de un torero capaz, con aires de veterano para afrontar mayores y difíciles empresas. Lo remató con decisión de una certera media estocada y el entendido público, que llenó un tercio del aforo, valoró muy acertadamente los méritos de Jesús Enrique para pedir con fuerza las dos orejas que fueron a parar a las manos del venezolano y que le permitirían la salida a hombros con sus compañeros que ya las habían cortado antes.
Siete novilleros a hombros por la puerta grande del histórico coso de San Nicasio, donde Lagartijo el Grande tomara la alternativa en 1865. Siete jóvenes aspirantes a la gloria de la fama soñando con ser héroes vestidos de luces. siete novilleros aun sin picadores que supieron desplegar ante lo magnífica novillada del bueno de Juan Pablo Jiménez Pasquau, caballero español por excelencia, sus incipientes tauromaquias pero que los definieron en una variedad y lucimiento que hicieron las delicias del respetable. Savia joven necesaria para la urgente renovación del plantel de toreros existentes.
Qué gran labor están llevando a cabo Juan Ruiz Palomares, apoderado de Colombo y su sobrino Juan José Ruiz Collado, empresario y ganadero de El Cotillo, repitiendo estos festejos para estos chavales ilusionados que gozan de unas oportunidades que la realidad de la Fiesta les niega en estos tiempos, lo que agradecemos como aficionados.
Del resto de la terna destacó sobremanera el sevillano Pablo Aguado, reciente triunfador en la Mestranza de Sevilla donde traspasó a hombros la soñada Puerta del Príncipe. Muy puesto se le vió a Pablo y muy inspirado en sus trazos artísticos rematados con un estoconazo de libro, cortando el único rabo de la tarde.
Los restantes novilleros ofrecieron un auténtico mosaico de estilos pero todo en bueno, faenas con entrega valor y desparpajo, no exentas de muy buen estilo en unos y arrojo en otros, matando todos de certeras estocadas.
Reseña del festejo:
Plaza de Toros de Úbeda. 4 de octubre de 2014. Novillada sin picadores de la Feria de San Miguel. Un tercio de entrada en tarde soleada y apacible.
Novillos de Juan Pablo Jiménez Pasquau, de buena presencia, y más cuajados los dos últimos. El 4º fue premiado con la vuelta al ruedo, y el mayoral también la dio con el novillero Eduardo Salido.
Curro Moreno, 2 or. / Adrián Grande, 2 or. / Pablo Aguado, 2 or. y rabo / Eduardo salido, 2 0r. / Pepe Biedma, 2 or. / Pepe Gallego, 2 0r. / Jesús Enrique Colombo, 2 or.
Todos fueron sacado a hombros junto con el mayoral de la ganadería.
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