Que los profesionales del toreo – matadores, banderilleros, mozos de espada, ayudas, chóferes, empresarios, empleados varios y al completo de las plazas de toros, apoderados, no digamos ganaderos, mayorales, empleados de las dehesas, las familias de todos ellos, críticos e informadores taurinos -, afectados diversos por la posible prohibición del mundo de la hostelería, los taxistas, los limpiabotas…. etc, etc…. y, por supuesto, todos, pero todos todos todos los aficionados, por libre o asociados en peñas y clubs taurinos, permanezcamos impasibles y acobardados, es una vergüenza incalificable.
La profesión y la afición taurinas – somos millones – permanecen increíblemente paralizados ante la amenaza del sujeto Iglesias
Yo no sé como ya mismo no estamos todos en las calles y delante de las plazas de toros de España entera, pidiendo que el Tribunal Constitucional – también su sede en Madrid debería ser rodeada – dicte de una vez por todas la esperadísima sentencia contra la prohibición de las corridas de toros en Cataluña y, de paso, en donde también han sido prohibidas de facto como en San Sebastián. Sería la única manera de que La Fiesta quedara blindada para que ninguno de estos grupos de supuestos desarrapados emergentes que están surgiendo, osen llevar en sus programas la desaparición de la Tauromaquia. El pintoresquismo ácrata, cutre, repugnante y odioso de los que, mira por donde, eligieron precisamente la plaza de toros de Vistalegre para llamar la atención, cosa que lograron ampliamente en la mayoría de los medios aunque no fueran capaces de llenar el recinto – solo había gente en el ruedo y en uno de los tendidos - no ha logrado que reaccionemos como una piña pese a la amenaza de acabar con los toros en España.
Que los profesionales del toreo – matadores, banderilleros, mozos de espada, ayudas, chóferes, empresarios, empleados varios y al completo de las plazas de toros, apoderados, no digamos ganaderos, mayorales, empleados de las dehesas, las familias de todos ellos, críticos e informadores taurinos -, afectados diversos por la posible prohibición del mundo de la hostelería, los taxistas, los limpiabotas…. etc, etc…. y, por supuesto, todos, pero todos todos todos los aficionados, por libre o asociados en peñas y clubs taurinos, permanezcamos impasibles y acobardados, es una vergüenza incalificable.
Hay que reaccionar de una vez porque los que amenazan van en serio y bastará que puedan gobernar en solitario o en coalición con otros partidos de izquierdas o nacionalistas, para que las corridas de toros desaparezcan allá donde lo consigan. No quiero ni imaginar lo que sucedería si consiguieran el Gobierno Nacional al que aspiran.
También es preocupante y para colmo la actitud cuasi antitaurina del partido socialista. Ahí quedaron las declaraciones de su actual secretario general cuando dijo que él nunca le verán asintiendo a una corrida de toros…. Luego pretendió desdecirse como de tantas otras barbaridades más. Pero lo dicho, dicho estuvo…. A saber también cuales serán sus planes….
Este país estará como está, entre otras cosas, por la cobarde pasividad de la inmensa mayoría de los españoles. Lo que mal llamamos mayoría silenciosa…No tenemos remedio.
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