Momentos memorables de Miguel Cuchet destacando en el arte del rejoneo. Año 1925. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).
En este artículo he querido recordar la historia del magnífico rejoneador toledano Miguel Cuchet Cabañas, en sus distintas facetas, como novillero en sus inicios, luego destacado y habilidoso caballista, actor de cine, profesor de equitación en el Regimiento de Caballería del Ejército de Venezuela y promotor de la carrera de su hija Ana Beatriz Cuchet como rejoneadora.
Como dato curioso, el 16 de mayo de 1920, el joven novillero Miguel Cuchet, actuó como sobresaliente de espada el día de la trágica corrida de Talavera de la Reina en la que el inolvidable José Gómez Ortega "Gallito" en un mano a mano con su cuñado Ignacio Sánchez Mejías, resultó corneado mortalmente por el toro "Bailaor" de la Sra. Viuda de Ortega, hecho que conmocionó a la afición taurina y al mundo entero.
Programa original del célebre mano a mano de las grandes figuras del toreo, José Gómez Ortega "Gallito" e Ignacio Sánchez Mejías en Talavera de la Reina. Abajo, destaca como sobresaliente de espada, Miguel Cuchet, cuyo apellido aparece mal escrito como Cousé. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).
Miguel Cuchet, nació el 6 de julio de 1895 en Toledo (España). A pesar de haber sido Abogado de profesión, se dedicó al apasionante mundo del toro, siendo muy popular y conocido en los medios taurinos. Se inició como novillero, sin conseguir demasiada suerte.
El 20 de junio de 1920, en Vista Alegre, ante novillos de Gregorio Campos, se presentó Miguel Cuchet con Chuli y Félix Huguet. Cuchet no estuvo afortunado y fue llevado a la enfermería al intentar detener a un espontáneo, con tan mala fortuna que el toro arremetió contra los dos, causándoles algunas heridas.
Miguel Cuchet cuando se presentó como novillero en un Festival en Madrid, el 12 de octubre de 1920. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).
El 12 de octubre de 1920, en la plaza de toros de Madrid, Miguel Cuchet se presentó como novillero en un Festival organizado por la Unión de Picadores. Alternó esa tarde con "Ginesillo" y los rejoneadores "Larita" y Basilio Barajas. Asistieron como Auxiliadores Rafael Gómez "El Gallo" y Juan Belmonte. Se mataron dos novillos de Miura y dos de Pablo Romero. Cuchetenfrentando a un bravo novillo de Miura, demostró con el capote y la muleta su gran valor siendo muy aplaudido, aunque en la suerte suprema estuvo regular. "Ginesillo" impresionó por sus cualidades de torero fino y elegante.
El 29 de mayo de 1921, Miguel Cuchet se presentó como novillero en la plaza de toros de Vista Alegre, en Carabanchel, lidiando una novillada de Palha con sus compañeros de cartel Calvillo y Cocherín. El 12 de diciembre de ese mismo año, actuó en la bonita plaza de Alcaudete, provincia de Jaén, siendo muy aplaudido.
Debutó en Barcelona (España) el 4 de septiembre de 1922, ante novillos de Moreno Santamaría, alternando con José Carralafuente y Olmos. El toro de su debut se llamó "Caragato", colorado, grande y feo. Cuchet recibió algunos aplausos por su labor. En su segundo, quinto de la tarde, de nombre "Cigüeño", negro, grande y bravo, fue abroncado.
MIGUEL CUCHET ACTOR DE CINE
Miguel Cuchet durante su actuación en la película "Rosario la Cortijera", interpretando a Manuel, el Rondeño. El film fue dirigido por don José Buchs en 1923.
En 1923, luego de actuar en muchas plazas de toros como novillero, Miguel Cuchet trabajó como actor de cine en la película "Rosario La Cortijera".
Cuchet, actuó interpretando a Manuel, el Rondeño, en la película "Rosario la Cortijera", dirigida en 1923 por José Buchs, e interpretada por Elisa Ruiz Romero "La Romerito", Manuel San Germán, José Montenegro, María Comendador y "Varillas".
Miguel Cuchet con "Rosario la Cortijera" en uno de los momentos en que se destaca con más bríos su arte de peliculero. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).
Sobre su actuación en la película, reseñaba la prensa: "Miguel Cuchet, quien llevado por su temperamento de artista, ha filmado, sobrio de gesto y fiel de ademanes, la adaptación de la obra genial de Joaquín Dicenta y Antonio Paso, refundida con notable acierto por los hijos de aquellos grandes escritores y dirigida por don José Buchs, siendo elogiado. Cuchet, mostrándose un artista de la casta de los Douglas Fairbanks, no ha vacilado en jugarse la vida, dejándose matar una jaca por un toro de veinticinco arrobas, por un sueldo irrisorio".
El 28 de octubre de 1923, publicó la revista "The Times" de Madrid una carta dirigida a Miguel Cuchet por Douglas Fairbanks el famoso actor, guionista, director y productor estadounidense, quien se destacó en películas de acción de la era del cine mudo en Hollywood:
Sr. D. Miguel Cuchet.
Madrid.
Querido compañero: Conozco tu labor cinematográfica, sé de tu valor, de tus arrestos y de tu loca afición hacia este arte que, para ti, ha de ser menos ingrato que el de los toros, y me apresuro a darte la bienvenida. Te escribo desde Los Ángeles (San Francisco de California) y como sé que toreas como los ángeles, te aconsejo que líes los bártulos y te vengas para acá, donde apenas llegues se te disputarán las empresas peliculeras. Ánimo y al barco.
Te felicita y te abraza,
Douglas Fairbanks.
El 25 de junio de 1924, Cuchet se presentó en Albacete y estuvo bien, junto a "Guerrilla". Obtuvo un gran éxito en Valencia (España), igualmente, el 13 de julio de ese mismo año y el 24 de julio, presentándose en Toledo con toreros bufos.
El 6 de agosto de 1924, intervino en una novillada en La Coruña, donde fue ovacionado en su primero, finalizando su faena echando pie a tierra. En su segundo, fue cogido y enviado a la enfermería.
El 16 de septiembre de 1924, en Piedrabuena (Ciudad Real), Cuchet estuvo colosal, alternando con Prieto, ante novillos de Lara. A su primer toro, echando pie a tierra, lo mató de un gran volapié. Su segundo, murió de un rejón en todo lo alto. Fue ovacionado toda la tarde por su voluntad y valentía. Prieto estuvo superior y cortó una oreja.
El 5 de julio de 1925, en Valladolid, el rejoneador Miguel Cuchet participó en la inauguración de una corrida nocturna, ante novillos de Carreras, estuvo muy bien; matando a su primero de un solo rejón, y a su segundo, luego de lidiarlo brevemente con la muleta, lo despachó de una buena estocada, cortando una oreja. Alternó junto a los matadores Francisco Vega de los Reyes "Gitanillo de Triana" y Antonio Aldabalejo "Maera II". Luego, en Jaén, obtuvo un importante triunfo.
El gran rejoneador Miguel Cuchet.
Cuando llegó a los ruedos el grandioso rejoneador don Antonio Cañero, eclipsó a los no pocos caballistas que intentaron emular al extraordinario rejoneador cordobés. Cuchet consiguió presentarse junto al consumado jinete Cañero, logrando triunfos en diferentes plazas de toros.
SU DEBUT COMO REJONEADOR EN MADRID
En el Diario "ABC" del 1 de septiembre de 1925, el cronista taurino Eduardo Palacios escribió sobre el debut de Miguel Cuchet como rejoneador en Madrid, lo siguiente: "Comenzó la corrida, soltándole un novillo de bastante respeto, y mansurrón, por añadidura, de los Sres. Arauz, para presentación de otro rejoneador, Miguel Cuchet, traído a la corte por la fama de sus éxitos provincianos. Este Miguel Cuchet tiene, como antecedentes de su vida, que derrochó un capital en diversiones, a lo señorito bien; que luego se hizo matador de novillos, destacando por su valor; que sufrió bastantes percances por esta causa, y, en resumen, que recordando, a fin de cuentas, que en su época de esplendor había sido un gran jinete, se metió a rejoneador. Debo hacer notar, asimismo, por respeto a la realidad, que Miguel Cuchet fue y es, por sobre todo, un verdadero señor, al que cuadra perfectamente el "Don" que en los carteles que anunciaban la fiesta precedía a su nombre. Don Miguel Cuchet, a pesar de todo, lució su destreza como jinete, señaló un buen rejón, y clavó otro en los bajos, que acabó con el novillo a los pocos segundos. Fue muy aplaudido el debutante, al que seguramente volveremos a ver pronto en la plaza madrileña". Cuchet alternó ese día con los novilleros José Gismau "Rubito de Sevilla", el malagueño Manuel Martínez Vera y Lorenzo de la Torre.
Miguel Cuchet es uno de los rejoneadores que, como su compañero Antonio Cañero, lidia los toros "a toda punta", echa pie a tierra y se enfrenta con el toro toreándole con la muleta y matándole con la espada.
El 25 de septiembre de 1925, ante novilllos de Zaballos, Miguel Cuchet tuvo un gran éxito en Talavera de la Reina (Toledo), junto a los hermanos Montes.
MIGUEL CUCHET EN VENEZUELA
Gran expectativa causó en la afición taurina venezolana la visita del rejoneador Miguel Cuchet a finales del año 1925 a nuestro país, contratado para la temporada taurina con los diestros: Matías Lara "Larita", Mariano Montes, Juan Luis de la Rosa, José Roger "Valencia I", Jaime Noaín, Francisco Peralta "Facultades", José Ramírez "Gaonita", Pedro Basauri "Pedrucho", "Ginesillo", Manuel Fernández "Carrerito", José Carralafuente y Joselito Martín.
La revista venezolana "Billiken", el 28 de noviembre de 1925, anunció al gran rejoneador toledano, señalando: "El aplaudido y valiente Miguel Cuchet, quien desde su aparición en los cosos españoles ha sido considerado como un inimitable jinete y un rejoneador de los que marcan época en la historia del toreo, une a su gran valor y serenidad ante las reses bravas, sus condiciones de señor, pues es abogado de la Universidad de Madrid".
El 25 de diciembre de 1925, se presentó el rejoneador Miguel Cuchet en el Nuevo Circo de Caracas (Venezuela), con los diestros Juan Luis de la Rosa, José Roger "Valencia I", Ginés Hernández "Ginesillo". Se lidiaron ocho toros de Santaella.
En Villa de Cura (Edo. Aragua), actuó Cuchet con los diestros Joselito Martín y José Carralafuente. Las corridas fueron realizadas el 26 y 27 de diciembre de 1925.
Poco se conocía del arte del rejoneo en Venezuela. El público estaba muy entusiasmado por la presentación de Miguel Cuchet, pero lamentablemente, nuestro ganado criollo no correspondió a las acometidas del habilidoso rejoneador y las ilusiones de los aficionados presentes se vieron truncadas por el mal juego de las reses.
La revista venezolana "Billiken", el 2 de enero de 1926, escribió sobre la presentación de Miguel Cuchet en Caracas, lo siguiente: "Muchos piensan que la suerte del rejoneo es oriunda de Portugal, y no es así; lo que sucede es que en España había caído en desuso, y entre los lusitanos siempre continuó ejecutándose. Oliveira da Lima, Simao da Veiga y otros, llegaron a tener renombre y algunos salvaron las fronteras, presentándose en España en Corridas Reales y otras fiestas de gran boato. El rejoneo es antiquísimo entre los españoles, tanto, que puede decirse que fue de las primeras del arte, pues lo ejecutaba la nobleza, cuando aún estaba reservado a ella, y de ahí viene a los rejoneadores el nombre de caballeros en plaza. Ha sido Don Antonio Cañero, el valeroso y excelente caballista cordobés quien ha puesto de moda el rejoneo en España; a él se debe que esta suerte tenga hoy el auge y la prestancia que tiene hoy.
Cuchet es sin duda un cultivador afortunado del rejoneo; pero aquí no ha podido exhibir su destreza, debido a la falta de toros, que no es posible hacer nada lucido cuando se invierten las cosas. Siendo el caballo el que persigue al cornudo, sería preciso ensillar a éste y clavar los rejones al solípedo. Don Miguel Cuchet demostró que es un buen jinete y que valiente como es, debe ser un hábil rejoneador".
El 17 de enero de 1926, el rejoneador Miguel Cuchet se presentó en el Circo Metropolitano de Caracas (Venezuela) con los diestros José Roger "Valencia I" y Juan Luis de la Rosa, lidiando toros de la ganadería de Gonzalo Gómez, hijo del Presidente de la República General Juan Vicente Gómez. Las reses cumplieron, "Valencia I", cortó dos orejas y rabo en su primero, Juan Luis de la Rosa fue ovacionado en ambos y Cuchet no pudo lucirse en el arte del rejoneo.
Durante su estadía en Caracas, Miguel Cuchet fue entrevistado por el periódico "El Nuevo Diario", el 10 de enero de 1926, relatando interesantes aspectos de su vida poco conocidos por los aficionados:
HABLANDO CON MIGUEL CUCHET REJONEADOR DE TOROS
"Venezuela, esta tierra bendita, que es una prolongación de mi España y que amo tanto como a mi misma Patria".
Una de las figuras de actualidad en Caracas es, a mi entender, Don Miguel Cuchet y Cabañas. No hay necesidad de hablar con él para comprender que se trata de un hombre culto, educado, pero conociéndole se acentúa más la buena opinión que de él uno puede haberse formado. Su conversación es amena, agradable y tiene un acento de sinceridad, sobre todo cuando habla de sí mismo.
Como artista no hemos podido apreciarlo. El 25 de diciembre, en el Nuevo Circo, sólo le vimos la buena intención de agradar, de quedar bien y hacernos conocer la interesante suerte del rejoneo, nueva entre nosotros, y origen del toreo actual.
Dada la mansedumbre excesiva de los toros que le tocaron, no pudimos apreciar ni vagamente la arriesgada suerte que con tanta maestría domina, según revistas que de él he leído. Le vimos sin embargo apearse de su caballo, apoderarse de la muleta, y torear al toro muy cerca de los pitones con mucho valor y dominio, ultimándolo con una estocada decisiva.
Señalaba el rejoneador Miguel Cuchet en nuestra entrevista, lo siguiente:
Vivía yo en Madrid, en el Hotel Ritz, uno de los más lujosos y más caros que hay en España; mi fortuna personal me permitía ese lujo, hasta que el juego hizo de mí lo que de otros tantos: un arruinado. Agotados mis recursos, empeñado todo, tuve que salir del aristocrático hotel sin rumbo, vagando por las calles, empecé a comprender el destino de los desheredados de la suerte. El hambre empezaba a acosarme, cuando en mi camino encontré un amigo, a quien le pedí un duro para tomar un coche, pero en realidad aquel duro era para comer.
Camino del modesto restaurant, donde yo pensaba cenar, había una casa de juego. La tentación me hizo entrar, el orgullo me hizo ganar una suma respetable.
En realidad me hubiera bastado acertar una vez, para asegurarme también la cama esa noche, que bajo tan malos auspicios se había presentado para mí, pero la gente esa que en todas partes se encuentra alrededor de las mesas de juego y que llamamos "mirones", al ver que yo sólo apuntaba un humilde duro en una bolada, murmuró y una vez dijo: Cuchet ya palmó! Que entre nosotros quiere decir: ya quedó arruinado. Me molestó el comentario de aquellas gentes, sobre todo aquella verdad tan amarga para mí. Ordené al empleado que jugaba a diez pases y que me mandasen recado, cayó favorable.
¡Acerté! Las cinco pesetas, milagrosamente se habían convertido en cinco mil ciento veinte pesetas.
Mandé a preparar regia cena, invité a dos amigos presentes en la sala y mientras tanto manejé con tanto acierto mi utilidad, que desbanqué, arrancándole a la ruleta la halagadora suma de ¡ciento cuarenta mil pesetas!
Mi vida lujosa, mis gastos excesivos, acabaron de nuevo con ese capital.
Entonces conocí la vida bajo otra faz. ¡Conocí sus tristezas, sus miserias!
¿En la película "Rosario La Cortijera", le vimos trabajar a Ud.?
Sí, había que hacer cosas temerarias, y tuve que dejarme acometer por un toro, ¡por una mezquindad!
¿Y cómo resolvió Ud. hacerse rejoneador?
Hace dos años me dediqué a este arte, que amo tanto como a mi vida misma. En los partidos de polo, en los concursos hípicos pasaba yo como excelente jinete y así fue que me resolví por esta profesión.
En Ondara, en la provincia de Valencia debuté. Ganaba pesetas 150, si no le pasaba nada al caballo, caso contrario pesetas 50. Me pagaron las 150 pesetas y tuve la suerte de que presenciara mi primera actuación y mi primer éxito el empresario de la plaza de Valencia, quien inmediatamente me contrató y el siguiente domingo, 15 de julio de 1924, me entregó pesetas 2.500, después de haber tenido éxito. Yo había perdido la noción del dinero y creí enloquecer al ver esa suma que para mí representaba un capital que antes había derrochado muchas veces.
Toreé 16 corridas en esa temporada y sufrí las dos únicas cornadas que tengo. Fue feliz para mí el final de aquella temporada. Mis amigos volvieron. Los que durante mi derrota dejaron de saludarme, me obsequiaron con una gran comida, asistiendo todos los buenos revisteros de la prensa diaria de Madrid, los eminentes músicos maestros Lasalle y Jacinto Guerrero, los matadores de toros Marcial y Pablo Lalanda, Juan Luis de la Rosa , Montes, etc., los rejoneadores Cañero y Esquerdo. En aquel instante en que un centenar de amigos celebraban conmigo mi triunfo definitivo, fue para mí el momento más feliz de mi vida.
El año 1925 toreé 21 corridas de toros e inauguré dos plazas.
El 27 de octubre me embarqué para Venezuela, esta tierra bendita, que es una prolongación de mi España y que amo tanto como a mi misma Patria...
¿Muere el toro de rejón?
Sí, a veces, como en Jaén, los he matado con el segundo rejón, otras hay que apearse y decidirle con el estoque.
Pronto veremos a Cuchet con su caballo criollo, que según él dice, es uno de los caballos más inteligentes que ha manejado, haciéndonos sus audaces proezas en uno de nuestros cosos.
¡Que tenga suerte! Le digo y él me contesta: ¡Que me embista el toro!
Q. Rioso.
(Periódico venezolano “El Nuevo Diario”, 10 de enero de 1926).
El Dr. César Álvarez Nieto fue su apoderado. En marzo de 1926, regresó a España tras presentarse en Venezuela. Ese año, participó en 13 corridas.
El 14 de mayo de 1926, en Quintanar de la Orden (Toledo), el rejoneador Miguel Cuchet logró un gran triunfo, al cortarle las orejas a sus dos novillos. Se presentó con Francisco Escudero.
El 3 de junio de 1926, en Quintanar de la Orden (Toledo), ante novillos de Fuenlabrada, Miguel Cuchet rejoneó muy bien, despachando a su enemigo, echando pie a tierra, siendo muy ovacionado. Cortó una oreja a su primero. En su segundo, recibió un puntazo en el muslo derecho, teniendo que visitar la enfermería. La corrida fue accidentada, ya que dos peones fueron cogidos. Le acompañaron en el cartel esa tarde, Manuel Díaz "Ruzafa" y Félix González Marcos "Dominguín Chico".
El 4 de julio de 1926, señaló la prensa de la época: "Un caso original una Sociedad extranjera, "La Preservatrice des Animaux", de Tristonia, ha asegurado las jacas del celebrado rejoneador don Miguel Cuchet, en una suma respetable de pesetas, admirando la maestría que el famoso caballista denota en tan arriesgada suerte del toreo, dándose el caso curioso de que, con su favorito caballo "Carabinero", ha rejoneado un importante número de corridas en las mejores plazas de España y Venezuela, sin que haya sufrido el más leve rasguño; sí bien es verdad que Cuchet no es tan osado que admite retos y "ventajas", ni se compromete a rejonear cosas absurdas".
El 22 de agosto de 1926, en Madrid, el rejoneador Miguel Cuchet logró una excelente actuación. Como se sabe, Cuchet y Antonio Cañero, estaban colocados en lugar preeminente y los dos se destacaban como figuras cumbres en el arte de rejonear reses bravas. Los novillos pertenecieron a la ganadería de Don José Bueno. Una crónica taurina de la época reseñó: "Cuchet, al primero de su lote, le llegó a la mismísima cara, le consintió, le obligó y cuando el burel ya creía tener cerca la presa, entonces clavó el rejón con valentía grande y habilidad suprema. Tanto en este bicho como en su segundo, escuchó incesantes aplausos y tanto en uno como en otro dio verdaderos cursos de equitación. Cuchet tiene la suerte de que una de sus jacas resulte una cosa seria, al verla torear recordamos a la Bordó de Cañero. En sus dos toros, Miguel Cuchet, echó pie a tierra, toreó valientemente y mató a su primero de un pinchazo una entera, y al otro que llegó medio muerto al final, de un pinchazo hondo". Luego, se lidiaron novillos de Florentino Sotomayor, para los diestros "Pastoret", "Rubito de Sevilla" y el mejicano Romero Freg.
El 12 de septiembre de 1926, en Villacarrillo (Jaén), en las novilladas de feria se lidiaron reses de López Villena, que dieron buen juego. El rejoneador Miguel Cuchet, estuvo colosal al introducir en el arte del toreo a caballo el lancear de capa a uno de los toros. Pie a tierra mató de dos volapiés superiores, que le valieron las dos orejas, siendo aclamado por el público.
El 13 de marzo de 1927, en Caravaca (Murcia), con un lleno y gran expectación, se celebró un Festival Benéfico. Se lidiaron toros de Buenabarba, que cumplieron medianamente. El rejoneador Miguel Cuchet estuvo colosal rejoneando y banderilleando en su caballo "Paquito", mostrando una doma especial, que permitía manejarle sin riendas ni cabezada o bridas. A pie estuvo muy valiente, y mató al primero de un volapié certero, que le valió la oreja. Todos los diestros, Bernardo Muñoz "Carnicerito", José Paradas, Luis Fuentes Bejarano y Cayetano Ordóñez "Niño de la Palma", fueron ovacionados y cortaron orejas. El público salió muy satisfecho del Festival.
El 24 de julio de 1927, en la plaza de toros de Madrid, el rejoneador Miguel Cuchet recibió una gran ovación por su destacada labor ante un novillo de la ganadería de Don Celso Cruz del Castillo. Cuchet sacó a su vistosa jaca de nombre "Torera", la cual utilizó sin bridas para clavar los rehiletes y luego echó pie a tierra para matar. Le acompañaron esa tarde, los novilleros Pedro Montes, el venezolano Julio Mendoza, que estuvo muy bien en su primero, siendo premiado con una vuelta al ruedo, y en su segundo hubiera cortado por lo menos una oreja, de no haber fallado con la espada; y el sevillano José Pineda, quien debutaba en esa plaza. Los novillos pertenecieron a la ganadería sevillana de Don Juan B. Conradi.
Miguel Cuchet en Madrid, plumilla del maestro Roberto Domingo.
El 25 de septiembre de 1927, en Abarán (Murcia), se celebró la novillada de feria, estando la plaza completamente llena. Los novillos de Albaserrada dieron buen juego. Miguel Cuchet rejoneó los dos primeros. Fue aplaudido en el primero y cortó las dos orejas del segundo. Le acompañaron José Salas y Juan Mazquiarán "Fortuna Chico" que fueron ovacionados y cortaron orejas.
El 24 de junio de 1928, se presentó el rejoneador Miguel Cuchet en la plaza de toros de Tetuán, en compañía de los espadas "Dominguín Chico", "El Moreno de Tetuán" y "Aldeano".
El 2 de septiembre de 1928, en la plaza de toros Arenas de Barcelona (España) se lidiaron toros de Juan Conradi, para Miguel Cuchet, Enrique Torres y el mexicano Fermín Espinosa "Armillita Chico". Cuchet cumplió con eficacia ante sus enemigos. Cuchet ese año actuó en tres corridas en la ciudad Condal.
El 7 de octubre de 1928, en la plaza de toros de Madrid, se presentó una gran novillada, donde participaron los rejoneadores Don Miguel Cuchet y Don Santiago Sánchez (de Salamanca) y los novilleros: Manuel Soler "Vaquerito", José Franco "Borujito" y Antonio Díez. Durante la lidia del séptimo novillo de Santiago Sánchez, Cuchet hizo gala de excelente caballista al prender tres rejones por el lado izquierdo. Al cerrarse mucho en tablas, para colocar un gran rejón, el astado alcanzó a la cabalgadura y a su jinete hiriéndoles a ambos. Miguel Cuchet tuvo que ingresar a la enfermería con una distensión ligamentosa en su rodilla izquierda, de pronóstico leve, según el parte facultativo del doctor Segovia.
Como rejoneador, viajó a México en una ocasión, la temporada 1928-1929, actuando en Orizaba, el 27 de enero de 1929 y en un Festival en la plaza de toros de "El Toreo" de Ciudad de México, D.F., el 12 de diciembre de 1928.
El 8 de marzo de 1931, en Bogotá (Colombia), se presentó Miguel Cuchet siendo muy aplaudido. Alternando con Ángel Navas "Gallito de Zafra", Mariano Rodríguez y José Iglesias. Los tres matadores salieron triunfalmente del coso. Se lidiaron toros de la ganadería colombiana de "Mondoñedo".
MIGUEL CUCHET EN LAS FERIAS DE MARACAY (VENEZUELA)
Arriba de izquierda a derecha: El rejoneador Miguel Cuchet y los hermanos Gómez Núñez. En el centro, dedicatoria del caballista toledano que dice: "He vivido unos momentos en una buena feria de España admirando el estilo y la bravura de los toros de los señores Dn. Florencio y Dn. Juan V. Gómez". Miguel Cuchet, Maracay, 20 de enero de 1933. Abajo: Cuchet iniciando el despejo en la Maestranza de Maracay. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).
El rejoneador toledano Miguel Cuchet tuvo una entrañable amistad con los hermanos Juan Vicente y Florencio Gómez Núñez, quienes lo contrataron para que se presentara en la Maestranza de Maracay en las Feria inaugural del año 1933, donde también actuó don Antonio Cañero en la primera corrida. Cuchet vino para actuar en la segunda y tercera corrida de Feria, realizando el despejo acompañando a los matadores y sus cuadrillas. Ejecutó estupendos regates, muy vistosos y bonitos con su jaca briosa castaña, dando muestras de ser un habilidoso jinete. Debutaron los toros de Miura que trajeron de España en combinación con tres toros de "La Providencia" de los hermanos Gómez Núñez. Componían el cartel: Manolo Bienvenida, Pepe Amorós y Pepe Gallardo.
Señalaba Eliseo Delgado Hidalgo "El Conde Federico", en su crónica taurina del diario "El Universal", sobre la corrida celebrada, el 21 de enero de 1933: "Por fin llegó el tan ansiado debut de la fatídica divisa verde y negra. A la hora anunciada hacen el despejo las cuadrillas capitaneadas por Manolo Bienvenida, Pepe Amorós y José Gallardo, yendo al frente, montado en briosa jaca castaña, el rejoneador Miguel Cuchet, quien luego obsequia a la concurrencia con algunos vistosos regates, en los que pone de manifiesto sus habilidades de jinete. Preside la corrida el Supremo Magistrado de la Nación, Benemérito General Juan Vicente Gómez".
En la tercera y última corrida de la Feria de Maracay, el 22 de enero de 1933, Miguel Cuchet dio muestras de hábil caballista, realizando hermosas exhibiciones con una jaca del coronel Gonzalo Gómez, durante el inicio del paseíllo. Conformaban el cartel los diestros Manolo Bienvenida, José González "Carnicerito de México" y Pepe Gallardo, quienes lidiaron tres toros de "La Providencia" de los hermanos Gómez Núñez y tres astados de Miura.
Feria de Maracay de 1933, de izquierda a derecha: Florencio Gómez Núñez, el rejoneador Miguel Cuchet, el cronista taurino Diego Martín del Campo y Juan Vicente Gómez Núñez.(Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).
Finalizada la Feria de Maracay de 1933 con gran éxito, Miguel Cuchet fue invitado cordialmente por los hermanos, Juan Vicente y Florencio Gómez Núñez, a un brindis de despedida en su oficina de Maracay, la mañana del lunes 23 de enero de 1933. Se encontraban acompañados por el gran rejoneador don Antonio Cañero, el notable arquitecto Carlos Raúl Villanueva, el diestro mexicano José González "Carnicerito de México", el matador de toros español Juan Luis de la Rosa y otras distinguidas personalidades.
Por su entrañable amistad con los hermanos Juan Vicente y Florencio Gómez Núñez, el gran caballista Miguel Cuchet, regresó a Venezuela los años siguientes para participar, todas las tardes, abriendo el paseíllo con los toreros en las Ferias de Maracay de 1934 y 1935.
En la primera corrida de la Feria de Maracay, el 19 de enero de 1934, el rejoneador español Miguel Cuchet, realizó el despejo con elegancia y distinción bajo los acordes del pasodoble, siendo los diestros Nicanor Villalta, Manolo Bienvenida y Pepe Bienvenida, fuertemente ovacionados por el público presente.
El rejoneador Miguel Cuchet, realizando el despejo en la Maestranza de Maracay, Venezuela, el 19 de enero de 1934, le sigue atrás la máxima figura del toreo Nicanor Villalta. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).
En la segunda corrida celebrada el sábado 20 de enero de 1934, torearon nuevamente Nicanor Villalta y Pepe Bienvenida con Antonio García “Maravilla”. Se lidiaron tres toros de la ganadería española de García Pedrajas y tres reses de "La Providencia". El despejo lo realizó Miguel Cuchet al compás del pasodoble, montando a la preciosa jaca "La Cabrera" que le trajo de España por encargo don Antonio Cañero a mi abuelo Florencio Gómez Núñez. Esa jaca fue ganadora del Primer Premio en "Concurso de Jacas Domadas a la Andaluza" en Jerez de la Frontera (España), en mayo de 1931.
En la Maestranza de Maracay, enero de 1934: Antonio García “Maravilla”, Florencio Gómez Núñez, Nicanor Villalta y el rejoneador Miguel Cuchet, montando a la preciosa jaca "La Cabrera", ganadora del Primer Premio en "Concurso de Jacas Domadas a la Andaluza" en Jerez de la Frontera (España), en mayo de 1931. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).
En la tercera corrida de la Feria de Maracay, el 21 de enero de 1934, se lidiaron tres toros de "La Providencia" y tres de García Pedrajas para Nicanor Villalta, Manolo Bienvenida y Antonio García "Maravilla". Miguel Cuchet, rompió plaza, como en días anteriores, luciendo sus dotes de magnífico caballista, siendo fuertemente ovacionado.
Para la Feria de Maracay de 1935, Miguel Cuchet regresó al país y vinieron contratados los diestros españoles, Manuel Jiménez "Chicuelo", Vicente Barrera y Juan Martín Caro "Chiquito de la Audiencia", el venezolano Eleazar Sananes "Rubito" y el mexicano David Liceaga. La crónica taurina de "El Nuevo Diario", señaló:
"A los acordes del marchoso pasodoble hacen el paseíllo las cuadrillas llevando al frente al profesor de equitación Don Miguel Cuchet, montado en el precioso caballo "Zurito". Los matadores, todos debutantes en esta plaza, hacen el paseo montera en mano, en medio de las aclamaciones del público".
En la Maestranza de Maracay, Venezuela, iniciando el paseíllo: El rejoneador Miguel Cuchet y los diestros Manuel Jiménez “Chicuelo”, Eleazar Sananes “Rubito” y Vicente Barrera. 19 de enero de 1935. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).
El 24 de noviembre de 1937, Miguel Cuchet desde Bogotá (Colombia) le escribió una carta a mi abuelo Florencio Gómez Núñez, contándole sus intenciones de trabajar en el Ejército de Colombia como profesor de las unidades de caballería, gracias a la amistad que tenía su suegro con el doctor Mendoza Neira, Ministro de Guerra de Colombia para ese momento.
Cuchet había liquidado el contrato que tenía en Venezuela como profesor de equitación en el regimiento de caballería y se dedicó a los preparativos de su viaje, convencido de que al llegar a Colombia comenzaría a trabajar inmediatamente, pero, resultó que durante el tiempo comprendido entre el arreglo de sus asuntos en Caracas y su traslado a Bogotá, el doctor Mendoza Neira, por cuestiones políticas, renunció la cartera de guerra. Esto, se convirtió para él en un verdadero desastre, porque el nuevo Ministro de Guerra de Colombia no era amigo de su suegro y luego de realizar gestiones cerca de dos meses no se logró que fuera aprobada la propuesta de sus servicios. Por tal motivo, Miguel Cuchet se dirigió a mi abuelo Florencio Gómez Núñez, quien se encontraba en Santo Domingo, República Dominicana, para rogarle se sirviera aconsejarle si sería fácil obtener en esa ciudad un cargo para desarrollar sus actividades hípicas en el Ejército convencido como estaba de que mi abuelo conocía muy bien la capacidad de Cuchet dentro de su especialización, anteriormente desempeñada en Venezuela.
Finalizaba Cuchet su carta, señalando: "Le reitero mis sinceros agradecimientos por este favor que sabré cultivar con el corazón, y sin más por el momento presento mis respetos a su dignísima Señora. Con un estrecho apretón de manos me repito su afectísimo servidor y amigo, Miguel Cuchet".
SU HIJA ANA BEATRIZ CUCHET
A la izquierda: El rejoneador Miguel Cuchet y su hija Ana Beatriz en Venezuela. (Foto: Sardá). A la derecha: Fotografía dedicada a Florencio Gómez Núñez por la rejoneadora Ana Beatriz Cuchet en Lima (Perú), año 1950 que dice: "Para nuestro amigo Don Florencio Gómez, afectuosamente, Ana Beatriz Cuchet". (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).
Miguel Cuchet se casó con Beatriz Sánz de Santa María y Santa María, quien era sobrina del destacado ganadero don Ignacio Sánz de Santamaría y Herrera, propietario y promotor de la Plaza de Toros de Bogotá (Colombia) que lleva su nombre, la cual fue inaugurada, el 8 de febrero de 1931 y, posteriormente, adquirida en 1935 por el Municipio de Bogotá.
El matrimonio procreó una hija de nombre, Ana Beatriz Cuchet Sánz de Santa María, también rejoneadora nacida en Bogotá (Colombia) en 1933. Ella, actuó como rejoneadora en su natal Colombia, España, Francia, México, Portugal y Venezuela. Compitió en Concursos Hípicos Internacionales.
Su padre, Miguel Cuchet, fue un gran aficionado del hipismo, tenía dos ejemplares que competían en el hipódromo de El Paraíso de Caracas (Venezuela), en las temporadas de carreras de 1934 y 1935. Los corría, como propietario, bajo el nombre de su hija Ana Beatriz Cuchet. Ellos eran: "Point D´Interrogation", caballo moro, cuyo padre era "Motley" y su madre "Grand Garde"; y la yegua zaina "Morning Beams", su padre era "Ide Day" y su madre "American Ace".
Caballos de carrera que tenía en Venezuela Miguel Cuchet, como propietario, bajo el nombre de su hija Ana Beatriz Cuchet. Año 1935 (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).
La rejoneadora colombiana Ana Beatriz Cuchet tuvo muchos éxitos en la Plaza de Acho (Perú) en 1950. Su padre, Miguel Cuchet, mantuvo frecuente correspondencia con mi abuelo Florencio Gómez Núñez. En una de sus cartas, enviada desde Lima (Perú), le envió varias fotos de su hija Ana Beatriz, a la que enseñó todo lo que sabía sobre el arte del rejoneo, para ver la posibilidad de que se presentara en el Nuevo Circo de Caracas (Venezuela):
CARTA DE MIGUEL CUCHET A FLORENCIO GÓMEZ NÚÑEZ
Lima, 26 de diciembre de 1950.
Sr. Dn. Florencio Gómez Núñez
Caracas.-
Muy señor mío y distinguido amigo: Con el mayor gusto le mando recortes de prensa y unas fotos del debut de mi hija Ana Beatriz en la Plaza de Acho de Lima, para que Ud., con su gran afición y sus grandes conocimientos, se dé exacta idea de cómo resultó la presentación en esta vieja e histórica plaza.
Mucho me gustaría el volver a esa su hidalga tierra y si a Ud. no le fuera molesto, yo le agradeceré infinito el que Ud. recomiende para que Ana Beatriz sea contratada por un par de fechas en el Nuevo Circo de Caracas.
Sin más por hoy que desearle para el Año Nuevo toda clase de felicidades en unión de su distinguida familia a la que le ruego presente mis respetos, y en espera de sus gratas noticias, queda a su disposición su affmo. amigo,
Miguel Cuchet
Consulado de España en Lima.
República del Perú.-
La rejoneadora Ana Beatriz Cuchet debutó, el 20 de enero de 1952, en Manizales (Colombia) con los novilleros peruanos: Félix Rivera y Raúl Elías. Se lidiaron novillos de Pepe Estela. Cuchet estuvo muy bien esa tarde.
Ana Beatriz Cuchet debutó en Venezuela, el 3 de agosto de 1952, en el Nuevo Circo de Caracas, con reses pura casta de "Guayabita" y cuatro novillos criollos para César Faraco y Juanito Campuzano; como espada de reserva estaba el peruano Fernando Alday. Su segunda actuación en nuestro país, fue en la misma plaza, el 14 de septiembre de 1952, presentándose junto al rejoneador portugués Alberto Luis López y los Mozos Forcados, actuando en el mismo programa los novilleros Moreno Sánchez y César Faraco. El 28 de septiembre de 1952, nuevamente en el coso agustino, se llevó a cabo un festejo a beneficio de la caballista Ana Beatriz Cuchet, participando el rejoneador portugués Alberto Luis López y los novilleros Rafael Cavalieri, César Faraco, Moreno Sánchez, Alonso Vega y Sergio Flores lidiando reses criollas.
Ana Beatriz Cuchet regresó a España, finalizada su temporada americana. El 31 de octubre de 1954, actuó por primera y única vez en la Real Maestranza de Caballería de Sevilla (España), en un Festival. Alternó junto a Mariano Martín "Carriles", Mario Carrión, Zerpa, Pepe Rivas, Ruperto de los Reyes y Rafaelito "Chicuelo", que fue el triunfador al cortar una oreja.
El 21 de julio de 1955, en la Plaza de Toros Monumental de Barcelona, se lidiaron siete novillos, uno de Juan José Cruz para la rejoneadora Ana Beatriz Cuchet y los otros de Rodríguez Pacheco Hermanos, para los novilleros Gregorio Sánchez, Marcos de Celis y Jaime Ostos.
Ana Beatriz Cuchet, gozando de gran popularidad en dos portadas de la revista taurina española "El Ruedo". (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).
El 7 de agosto de 1955, Ana Beatriz Cuchet debutó en la Plaza de Toros Monumental de Las Ventas de Madrid (España), ante un lleno, lidiando un novillo de don Alfonso Sánchez Fabrés, siendo premiada con una vuelta al ruedo, alternando con los matadores de toros Curro Pérez, de Valencia, Manuel Bravo "Relámpago", de Zaragoza, y el venezolano Sergio Díaz, éste último diestro fue el mejor de la tarde, dando una vuelta al ruedo en cada uno de sus ejemplares. Se lidiaron astados de la ganadería de don Abdón Alonso Velasco.
El 3 de junio de 1956, se presentó en la Plaza Monumental de Las Ventas de Madrid, la rejoneadora Ana Beatriz Cuchet lidiando un novillo de Tassara, compartiendo cartel junto a Antonio Vázquez, el venezolano César Faraco, que fue ovacionado en su primero y recibió una cogida, sin consecuencia grave, que lo llevó contusionado a la enfermería y Antonio del Olivar, ante reses bravas, encastadas y con barba, de la ganadería de Escudero Calvo.
Ana Beatriz Cuchet, se presentó en la Plaza de Toros Monumental de Las Ventas de Madrid, el 3 de junio de 1956, compartiendo cartel con el diestro venezolano César Faraco. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).
Ana Beatriz Cuchet, fue campeona de saltos en diversos concursos de Hispanoamérica. Entre sus lindas cabalgaduras, se encontraban "Casir" y "Ciclón". Tenía una figura gentil y una elegancia natural sobre el caballo. Su padre Miguel Cuchet, vivió mucho tiempo en Venezuela y se mantuvo trabajando como profesor de equitación en el Regimiento de Caballería del Ejército. Igualmente, daba clases a particulares que querían aprender sus secretos y habilidades en la doma de caballos en el picadero del Club Hípico del Hotel Maracay, donde residió por un largo periodo de tiempo, en una casa aledaña a los campos de golf. Su hija Ana Beatriz Cuchet, le acompañaba y también daba clases de equitación con él en Maracay.
Ana Beatriz Cuchet durante una de sus actuaciones y dedicatoria a Florencio Gómez Núñez que dice: "Para Don Florencio Gómez con toda amistad y simpatía, Ana Beatriz Cuchet, Caracas, 20 de marzo de 1957". (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).
Ana Beatriz Cuchet contrajo matrimonio con Don Luis Alfonso Balsameda y de Ahumada, con quien tuvo cuatro hijos: Luis Alfonso, Ana Beatriz, Juan Miguel y María Belén.
El 23 de noviembre de 1994, Ana Beatriz Cuchet participó con la torera Cristina Sánchez en el programa "Sin Fronteras" de la periodista María Laria, tratando el tema "Mujeres en el mundo de los hombres" que fue retransmitido por (rtve.es).
Ana Beatriz Cuchet durante su participación con la torera Cristina Sánchez en el programa "Sin Fronteras", el 23 de noviembre de 1994.
El maestro del rejoneo don Miguel Cuchet falleció, el 10 de febrero de 1966, en Málaga (España), a la edad de 70 años y su hija Ana Beatriz Cuchet, dejó de existir, el 16 de enero de 2011, en Talavera de la Reina (Toledo), a los 78 años de edad.
He querido rendir este justo y sentido homenaje de recuerdo al magnífico rejoneador don Miguel Cuchet Cabañas, por su destacada maestría, señorío y destreza como excelente caballista, así como por la sincera amistad que le unió con mi abuelo Florencio Gómez Núñez en Venezuela. Igualmente, vaya mi dedicatoria a su hija Ana Beatriz Cuchet, admirada, talentosa y digna continuadora de las enseñanzas de su padre en el arte del rejoneo.
Rafael Dupouy Gómez
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