jueves, 15 de diciembre de 2016

MORANTE CAUTIVÓ A LA MÉXICO / por Octavio X .Lagunes


Dos orejas para la mejor faena de los últimos años en esta plaza.
  • Es difícil describir los sentimientos que provoca este torero ante su arte. Morante dejó una huella profunda en el sentimiento de la México

MORANTE CAUTIVÓ A LA MÉXICO

Octavio X .Lagunes
Ciudad de México
 de temporada. Tarde fría y apacible con la mejor entrada que se ha visto este fin de año.

Toros de Don Teófilo Gómez, criados en Tequisquiapan, Querétaro. Disparejos en presentación. 1° Indigno de presencia bueno y noble de ambos lados. 2° Bueno por el derecho 3° Tiró muchos derrotes 4° Bueno y noble 5° Bueno 6º Feo de cara y requería un torero.

Confirmó alternativa el Tlaxcalteca Gerardo Rivera, vestido de grana y oro que abrió plaza ante un chivo llamado “Agua Clara” #359 con 508 kg. el toro más indigno que se ha presentado en esta temporada. Su faena fue muy desajustada y no emocionó a nadie. Ocupando su turno cerró plaza y más de lo mismo .Destacó con las banderillas en ambos. Habrá que recomendarle que si quiere vivir de esta profesión es necesario ajustarse. Lo entendemos y habrá que darle más oportunidades, pues sabe hacer el toreo pero le quedó muy grande el cartel alternado con dos figurones.

José Antonio Morante Puebla, ataviado de lila y pasamanería en negro acarició el toreo y toco las fibras más sensibles que tiene el público de esta plaza. Ante su primero cumplió y se desesperó y se tiró a matar sin enjundia pinchando varias veces. Pero lo hecho ahí quedó. 
Con un el cuarto bordó el toreo. Inició de capa y cerró con un manguerazo de Villalta digno de una pintura. 
De muleta nos brindó a a Peregrino #530 kg. eL inicio la faena de manera colosal llevando al toro con muletazos hasta el centro del ruedo y nos transmitió las más grandes emociones que puede dar un torero. 
Es difícil describir los sentimientos que provoca este torero ante su arte. Morante dejó una huella profunda en el sentimiento de la México. Cortó dos orejas entre el júbilo popular.

José María Manzanares vestido de azul y oro, con su primero padeció las cuadrillas de vergüenza con honrosas excepciones: César Morales, Gustavo Campos y Pedro Morales “Chocolate” quien pegó el mejor puyazo que hemos visto esta temporada. 
Logró hacer una pulcra faena y mató de una extraordinaria estocada en la segunda oportunidad. Con su segundo José María también hizo lo suyo y llegó a tocar de nuevo las fibras sensibles que tiene esta plaza. Pegó grandes muletazos. Inclusive uno de vuelta entera y un cambio de mano que resultó formidable: Lamentablemente, y raro en él, mato de estocada caída. Y sólo se retiro a las tablas con ovación.

Morante sube peldaños, Manzanares es una figura consolidada y a Rivera le recordaríamos la popular frase: “Para torear y casarse es necesario arrimarse”.



 


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