Fernando Cruz ha recibido el alta hospitalaria esta misma tarde y ya ha abandonado el Hospital La Fraternidad de Madrid donde se encontraba ingresado. El propio torero ha señalado en declaraciones a APLAUSOS que “esta mañana me han hecho unas pruebas y me han dicho que va por muy buen camino el hematoma del riñón. Ha pasado el cirujano y ha visto las heridas muy bien, por lo que me han dado el alta. Estoy muy contento. La verdad es que todo lo peor lo pasé en la UCI. Me han dado el alta hospitalaria pero la recuperación será lenta, he perdido peso y fuerza, apenas puedo comer… Es un proceso lento”, asegura Fernando, camino ya de su domicilio.
Aunque la evolución de las cornadas es muy buena, lo que más les preocupa a los médicos es el riñón. “La cornada de la pierna me llegó hasta la espalda causándome una hemorragia muy fuerte que a su vez provocó un hematoma que me ha estado oprimiendo el riñón mucho tiempo y todavía no funciona con normalidad. Son cautos los médicos y no quieren que tenga prisa porque es un proceso muy lento”, confiesa el torero.
Fernando Cruz asegura que los peores momentos de la recuperación los ha vivido durante los días que ha estado en la UCI del Hospital 12 de Octubre de Madrid. “En la UCi pasé momentos durísimos, con muchos dolores y sin poder descansar. Creo que han sido de los peores momentos de mi vida. Recuerdo que un día estaban mi mujer y mi madre y apenas tenía fuerza para hablarles. Me fui apagando como una vela. Pero eso ya forma parte del pasado y ahora hay que mirar para adelante”.
Con respecto a la tarde en la que sucedió el percance, Fernando recuerda que era un día clave en su carrera en el que había que tirar la moneda al aire y apostar. “La corrida la preparé a conciencia porque sabía que para mí era vital que sucediera algo. He pasado una época muy dura en la que he tenido que hacer otras cosas para subsistir, pero nunca he dejado de pensar en mi profesión, y sabía que aquella tarde era esencial. Recuerdo que estaba haciendo un esfuerzo muy de verdad con el toro, que tenía sus complicaciones. Sabía que medio podía romper o me podía coger y al final sucedió lo último”. Cruz asegura acordarse de todo, desde que notó cómo le entraba el pitón en el abdomen y la pierna, hasta que llegó a la enfermería, donde “se vivieron momentos durísimos porque no podía respirar y las caras de los médicos eran de preocupación. Yo apenas me podía mover”.
Está convencido que esta cornada no va a ser ningún impedimento para continuar con su sueño. “Mi vida es el toreo, es lo que me hace feliz y todos los esfuerzos que haga por conseguir mi sueño merecen la pena. Sé que mi camino es de lucha y sacrificio pero sé que esta profesión es la más bonita y pura”.
El torero concluye con un mensaje de agradecimiento: “Han sido muchos los que me han mandado su mensaje de apoyo. Me va a ser complicado agradecerles uno a uno ese cariño así que aprovecho esta entrevista para hacerlo. Gracias de verdad”.
Por Jorge Casals. Aplausos
Aunque la evolución de las cornadas es muy buena, lo que más les preocupa a los médicos es el riñón. “La cornada de la pierna me llegó hasta la espalda causándome una hemorragia muy fuerte que a su vez provocó un hematoma que me ha estado oprimiendo el riñón mucho tiempo y todavía no funciona con normalidad. Son cautos los médicos y no quieren que tenga prisa porque es un proceso muy lento”, confiesa el torero.
Fernando Cruz asegura que los peores momentos de la recuperación los ha vivido durante los días que ha estado en la UCI del Hospital 12 de Octubre de Madrid. “En la UCi pasé momentos durísimos, con muchos dolores y sin poder descansar. Creo que han sido de los peores momentos de mi vida. Recuerdo que un día estaban mi mujer y mi madre y apenas tenía fuerza para hablarles. Me fui apagando como una vela. Pero eso ya forma parte del pasado y ahora hay que mirar para adelante”.
Con respecto a la tarde en la que sucedió el percance, Fernando recuerda que era un día clave en su carrera en el que había que tirar la moneda al aire y apostar. “La corrida la preparé a conciencia porque sabía que para mí era vital que sucediera algo. He pasado una época muy dura en la que he tenido que hacer otras cosas para subsistir, pero nunca he dejado de pensar en mi profesión, y sabía que aquella tarde era esencial. Recuerdo que estaba haciendo un esfuerzo muy de verdad con el toro, que tenía sus complicaciones. Sabía que medio podía romper o me podía coger y al final sucedió lo último”. Cruz asegura acordarse de todo, desde que notó cómo le entraba el pitón en el abdomen y la pierna, hasta que llegó a la enfermería, donde “se vivieron momentos durísimos porque no podía respirar y las caras de los médicos eran de preocupación. Yo apenas me podía mover”.
Está convencido que esta cornada no va a ser ningún impedimento para continuar con su sueño. “Mi vida es el toreo, es lo que me hace feliz y todos los esfuerzos que haga por conseguir mi sueño merecen la pena. Sé que mi camino es de lucha y sacrificio pero sé que esta profesión es la más bonita y pura”.
El torero concluye con un mensaje de agradecimiento: “Han sido muchos los que me han mandado su mensaje de apoyo. Me va a ser complicado agradecerles uno a uno ese cariño así que aprovecho esta entrevista para hacerlo. Gracias de verdad”.
Por Jorge Casals. Aplausos
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