Por Juan Miguel Núñez Batlles
Uno de los actos relevantes de cultura y toros esta Feria de Otoño en Madrid tuvo lugar el sábado en el Aula Bienvenida de la Plaza monumental de Las Ventas, con la presencia de una notable embajada del Club Cocherito de Bilbao, que ha traído a la Villa y Corte sus últimas inquietudes culturales y taurinas, plasmadas en dos libros de reciente aparición.
Dos volúmenes con títulos tan expresivos y exactos como son: "El Juli, Bilbao 50 x 20" y "Victorino, un ganadero de leyenda".
El libro sobre “El Juli”, escrito por Álvaro Suso, trata de las cincuenta actuaciones que ha cumplido en Bilbao el diestro madrileño a lo largo de sus veinte años como matador de toros. Y está hecho a base de citas textuales de los grandes y más significativos momentos de ese tiempo.
En "Victorino, un ganadero de leyenda", su autor, Javier Molero, escribe en primera persona, ya que ha vivido en directo y en todos los escenarios una hermosa amistad con el personaje de su obra.
Molero, que estuvo en la mesa presidencial del acto, hace un excelso canto a la figura y la vida del último patriarca del campo bravo, Victorino Martín Andrés, cuya relación profesional y personal con Bilbao fue ejemplar en todos los aspectos.
Como está siendo la labor del Club Cocherito para dar a conocer y proyectar todo lo grande que encierra el espectáculo del toreo. Una actividad tremenda, que dura todo el año. Algo colosal. De conferencias a exposiciones, recitales, concursos y viajes....,hasta la edición de libros como está siendo el caso.
Y han acertado con viajar a Madrid para dar a conocer tan felices realizaciones y proyectos. En el acto de Las Ventas, tras el escaparte de estos dos volúmenes, el presidente del Cocherito, Antonio Fernández-Casado (antiguo novillero, que se anunció como Antonio Monterrey) desgranó un admirable sumario de actividades -en ocasiones pasando también por vicisitudes- en la promoción y defensa del toreo.
Presentes asimismo en la convocatoria, un ilustre socio, José Mari Echevarría, descendiente directo del Marqués de Villagodio, cuya ganadería está en la historia de la ejemplaridad. Y el vicepresidente de la entidad, Sabino Gutiérrez, infatigable en labores de investigación y promoción.
Y es que El Cocherito, su directiva y asociados se trabajan lo taurino desde el amor y la generosidad, el conocimiento y la vocación por la tauromaquia, prestando una elegante envoltura de pedagogía que, sin duda, está dando ya sus frutos en la conquista de nuevas y alentadoras generaciones de aficionados.
Así se hace también toreo. Enhorabuena a los del Cocherito de Bilbao.
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