Juanito, Antonio, Don Manuel, Pepote y Ángel Luis
La sociedad huye por caminos que se alejan, en ocasiones, de la realidad más pragmática, es decir, experiencial, que al encontrarse de frente con la dureza y a veces crudeza de la vida -cuya representación artística podríamos decir que es la tauromaquia- inutiliza a los individuos que no saben asimilarla, comprenderla y, o, afrontarla. Sin embargo, es curioso que en días como hoy, una tradición tan arraigada a la tierra y a la sociedad que, parece que ahora comienza a reivindicarse tras los desastre sociales y culturales que venimos viviendo, puede servir de ejemplo de compromiso y responsabilidad al honrar a quienes nos han dejado como herencia, de una forma u otra, el mundo actual.
Manolo Bienvenida
Rafaelito Bienvenida
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