domingo, 1 de septiembre de 2013

A MARCHAS FORZADAS / Editorial de Opinión y Toros.



"... el mano a mano protagonizado, épica incluida, por Ferrera y Castaño en Gijón, el resaltar los dos primeros tercios por parte de Castaño y su cuadrilla..."

A MARCHAS FORZADAS 
  •  Efectivamente, es justo resaltarlo, en este año se han empeñado un buen puñado de toreros en devolver aquello que se ha venido perdiendo en la Fiesta: Autenticidad.
Editorial Septiembre / 2013
Del mismo modo que a marchas forzadas van saliendo los públicos de las plazas mientras los responsables directos, figuras, empresarios, ganaderos y amigos varios de la prensa, miran para otro lado, también es cierto que a marchas forzadas, y de qué modo, hay toreros que se empeñan en devolver verdad, gallardía, dignidad, torería y algo más en sus actuaciones.

Es la noticia de la presente temporada, esa que habla del esfuerzo que están haciendo unos pocos por poner las cosas en su lugar. Efectivamente, es justo resaltarlo, en este año se han empeñado un buen puñado de toreros en devolver aquello que se ha venido perdiendo en la Fiesta: Autenticidad.

Por supuesto, lo más importante es el toro, que no sale a las plazas como debiera; son muy pocas ganaderías las que mantienen en alto el pabellón de la bravura, de la casta, de la fiereza y fortaleza propias del toro de lidia, pero ese grupo de toreros se empeñan en compensar lo que pueda faltarles.

Justo será dar sus nombres: Fandiño, Ferrera, Castaño, Aguilar, Escribano, Robleño, Urdiales, del Álamo… se han empeñado en que cada tarde se recupere parte de la esencia de la lidia, de la épica, del valor, de la entrega, de las ganas y en muchísimos casos de la verdad. Y es que si el Toro íntegro y el Toreo auténtico se dan, o se dieran, la mano, las tardes estarían llenas de la fuerza y la magia que proporcionan las corridas de toros.

No son las orejas y los indultos baratos los que llevan gentes a las plazas, a las pruebas nos remitimos, ni siquiera el nombre de las figuras pueden con la losa que supone el desinterés de los públicos, solamente la recuperación del espectáculo en plenitud puede devolvernos lo perdido.

Por todo ello ponderamos y valoramos la actitud de Fandiño, su insistencia en hacer el toreo desde la verdad, el mano a mano protagonizado, épica incluida, por Ferrera y Castaño en Gijón, el resaltar los dos primeros tercios por parte de Castaño y su cuadrilla, la aparición del pequeño Alberto Aguilar como un gigante de toreo bueno y poderoso; el arrebato y la ambición de Escribano y la escoba de del Álamo quien en una sola tarde barrió al grupo especial en Cuenca, la insistencia de Robleño para dar batalla a los toros más encastados y a un Urdiales que es el símbolo de la pureza cuando se enfrenta al toro de verdad.

Ellos nos están devolviendo la credibilidad que se pierde a chorros casi todos los días, ellos nos están mostrando que existe una fiesta mejor, ellos nos enseñan que es posible creer en esa oportunidad que necesita la fiesta de los toros. Y todo lo hacen a marchas forzadas, sabedores que la herida es tan grande que por ella se está marchando el interés de los aficionados. 

Por eso, a marchas forzadas, estamos en la obligación de pagarles con nuestro reconocimiento cuanto están haciendo. Es nuestro deber, como el de otros es seguir dando jabón a la fiesta descafeinada que otros ofrecen. A marchas forzadas lo hacemos… antes de que se acabe la temporada, añadiéndoles ánimo para que sigan golpeando en los mismos clavos que puedan apuntalar el mundo del toreo.

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