martes, 10 de marzo de 2020

Puntualizaciones al empresario de Sevilla

Por Juan Miguel Núñez Batlles

No es la primera vez (y me temo que no va a ser la última) que me ocupo de los errores de un empresario, por las injusticias que suelen acarrear, en este caso del gerente de la plaza de toros de Sevilla, que hace unos días presentaba los carteles de su Feria de Abril con un discurso de autoalabanza, sin que nadie le saliera al paso para decirle los fallos e incluso apuntarle las posibles soluciones.

No hubo críticas, ni siquiera algún comentario con pátina de tibieza, quizás por temor no sé si a perder la acreditación para ver las corridas. El pase de prensa  cautivo. Qué pena.

 Así se despachó Ramón Valencia con unas declaraciones, que a mí personalmente me parecen  insultantes, de una absoluta falta de rigor con la tarea de empresario y el compromiso con el público y la afición que finalmente irá o no a la taquilla.

Qué poca vista comercial: la escasa importancia que le da Valencia a su clientela.

Su discurso es poco o nada convincente. Pues advierte que hay que aumentar el número de abonados para hacer rentable la feria -su feria-,  aunque sigue instalado en el aburrido sota, caballo y rey. O el más de lo mismo, que en los últimos años son como una maldición en los planes de monotonía que imperan en la gestión de la agraviada Maestranza.

 Y todavía pretende que haya una buena respuesta de público. ¿Sin contar con el toro?, le pregunto. ¿Pero qué es eso de cuatro ganaderías a dos tardes cada una, para excluir a otras tantas, cuando el aliciente fundamental de la corrida es el toro?

Cuatro de más, para cuatro de menos, conviene denunciar. Y vaya por delante que no tengo nada en contra de Juan Pedro Domecq, Victoriano del Río, Garcigrande y Núñez del Cuvilllo, que son las que harán doblete. Las cuatro, mismo encaste. Cuatro hierros preferidos por las figuras, y ya no digo más, que por algo las eligen, en tanto excluyen otras divisas con notables exponentes de trapío y bravura.

El año pasado, la ganadería del Conde de la Maza, entera al matadero. Y nadie puso un grito en el Cielo. Todos sin excepción, hombres de pluma y micrófono, encogidos.

Estos días se ha informado de que Álvaro Domecq ha vendido la finca "Los Alburejos" donde pasta Torrestrella, su histórica divisa. Dice don Álvaro que hay toreros -los que mandan- que sólo quieren matar tres o cuatro hierros, siempre los mismos.  Y le ha faltado precisar que hay empresarios -el caso de Ramón Valencia- que se pliegan a esas exigencias. De modo que también para él sólo existen esos tres o cuatro hierros, y a las pruebas me remito.

De toreros, no voy a objetar ningún nombre de los que conforman los carteles.
Respeto a todos, pues todos los que sueñan y tienen una cita a las cinco de la tarde en día de corrida, merecen la máxima consideración.

¿Pero no es verdad que antes de cerrar las combinaciones, debió considerar el empresario, por ejemplo, el nombre de Rafaelillo?

Porque debía estar el pequeño gran Rafael Rubio, "Rafaelillo", en la feria de Abril. Uno de los heridos más preocupantes de la pasada temporada, que cayó en Pamplona ante un imponente "miura", ahora merecía estar en los carteles de la capital andaluza, con toros de Miura, o de otro hierro. Ay, Sevilla se va a perder la oportunidad de homenajearle en su vuelta a los ruedos tras un año sin torear por aquel percance.

Otro patinazo gordo, la exclusión del rejoneador Diego Ventura.

Me consta que Ventura ha ofrecido toda clase de facilidades para actuar en Sevilla. No obstante, el empresario se instaló en la cláusula más imposible, obligándole a abrirle plaza al hijo de su eterno rival.

Tantas veces no quiso Pablo Hermoso verse las caras con él, y ahora pretende ganarle la partida con una maniobra más de despacho. Y Ramón Valencia, qué poca vista, traga el despropósito.

Finalmente, Ureña.

Lo de Paco Ureña, chorrea.

¿Otra maquiavélica maniobra del poderdante del empresario,  Roca Rey,  que torea muy a gusto con todos, menos con los que le pueden pisar la manguera…?......

A Pablo Aguado hubo que buscarle acomodo fuera del Domingo de Resurrección. Y Ureña, el máximo e indiscutible triunfador de la pasada temporada, no está en la feria.

Ureña,  ahora mismo, el torero más querido, respetado y valorado por los públicos, por su pureza y verdad; y de paso -por idénticas razones-, el torero más temido por las llamadas figuras (figurones en casos así).

Aplíquese el cuento el empresario, aunque nadie de pluma o micrófono le haya cantado las cuarenta como se merece. Y calcule los abonados que va a perder este año.



 De nada le va a valer que alguna prensa le diga poco o nada. La prensa, a la vista de tanto encogimiento, ya no cuenta. Qué pena. Prensa, no sé si independiente, pero, desde luego, nada valiente. 

Emilio de Justo impacta en su debut en Ecuador Dos orejas y puerta grande en su primera corrida en Ambato

Fotos: Andrea Acosta

Emilio de Justo, triunfador de la feria de Ambato 2020

El torero extremeño Emilio de Justo cortó dos orejas a su primer toro en Ambato y se aseguró así la puerta grande en su debut en una corrida de toros en Ecuador. Tras una faena de imposición frente a un ejemplar fuerte, culminó su compromiso entrando a matar con entrega, cuando fue cogido sin mayores consecuencias. Paseó las dos orejas en su presentación.

Saludó a su primer oponente con verónicas, sacándolo a los medios. Luego realizó un quite por chicuelinas rematado con una revolera. Brindó al público y en el centro del ruedo, Emilio de Justo ligó tandas con la mano derecha que levantaron los olés del público. Finalizó con manoletinas y fue volteado al entrar a matar.

El segundo de su lote, se agarró el piso y aunque el recibo con el capote tuvo repercusión en los tendidos, la faena no pudo tomar vuelo por la condición del animal. Escuchó palmas.

Óscar Borjas Francisco Cortez quienes completaban el cartel pasearon una oreja.
Plaza de toros de Ambato (Ecuador)
Segunda corrida de la feria Nuestra Señora de la Merced
Toros de Mirafuente, Peñas Blancas Vistahermosa
Óscar Borjas, vuelta y oreja
Emilio de Justo, dos orejas y palmas
Francisco Cortez, palmas y oreja

Días de vino, tardes de toros, o los beneficios de la gran vida

Por Juan Miguel Núñez Batlles 

Ya está arriba el telón de la temporada. La gran celebración de la corrida, el toreo, ha echado a andar; lo que significa encuentros de amigos con una afición común, que van y vienen de la plaza.

Una perspectiva concluyente para entender que antes y después del rito en el ruedo, habrá reuniones de convite, tertulias y veladas para intercambio de pareceres. Y ahí van a estar el vino y la lectura, sin duda, presentes en estas funciones de gracia y elegancia, de cultura, filosofía y hasta religión, de palabra y pensamiento. Es parte de la escenificación de la corrida.

Vino y toros, que ilusionan y entusiasman el cuerpo y el alma, según una de las conclusiones a las que llega José Luis Barrachina Susarte en su libro "Días de vino, tardes de toros", una obra que vengo a recomendar dado que, por encima de otras consideraciones, el vino es arte, como el toreo, y la conjunción o maridaje entre ellos nos acerca a esa ternura estremecedora que hay en el punto ideal del divino zumo de la uva y de la tauromaquia.

Son infinitas las analogías que plasma el autor en este texto, "Días de vino, tardes de toros", como buenísimas las definiciones que ha encontrado para unir los beneficios de espíritu que reportan el vino y el toreo.

Dice José Luis Barrachina Susarte, apoyándose en las reflexiones de sabios, poetas, teólogos y hombres de ciencia, que son amargos el vino y el toreo, pero son útiles puesto que están permitidos a la gente como prohibidos a los imbéciles. 

Los  dioses de la antigüedad y de este tiempo -añado yo- han sabido elegir al fin los beneficios y placeres del vino y del toreo como significado definitivo de la gran vida.

El Cordobés vuelve a los ruedos

El Cordobés vuelve a los ruedos

Reaparece de la mano de Tauroemoción
 

Manuel Díaz “El Cordobés” vuelve a los ruedos tras casi dos años inactivo. El torero ha tomado la decisión para retomar su carrera en el punto en el que la dejó, en sus 25 años de alternativa. Tras pasar por quirófano por una lesión de cadera y someterse a una larga recuperación, está preparado para reaparecer y por ello ha cerrado un acuerdo de apoderamiento con la empresa Tauroemoción.

Alberto García será quien dirija su carrera a partir de este momento y se encargará personalmente de las contrataciones. Continuará su hermano Chema Díaz como hombre de confianza, quien le acompañará como ha hecho hasta ahora. En los próximos días se anunciará fecha y lugar escogidos para la reaparición.

El Cordobés inicia así una nueva etapa cargado de ilusión y con nuevas metas que cumplir. La estructura de la temporada se irá desarrollando paso a paso, según las necesidades del torero quien se enfrenta a un nuevo reto. Atrás quedan casi dos años de recuperación en los que la lucha ha sido constante para poder anunciar hoy con más ganas que nunca su deseo de volver a torear y disfrutar con el público que tanto le ha arropado.

Su nuevo apoderado Alberto García señala: “Me llena de orgullo que El Cordobés haya elegido a Tauroemoción para su reaparición. Hace mucha falta recuperar toreros con ese tirón taquillero y además El Cordobés es de los toreros más carismáticos que ha dado la historia de la tauromaquia”.

La última vez que El Cordobés vistió de luces fue el 19 de mayo de 2018 en Palma del Río donde cortó tres orejas y rabo, con lleno en los tendidos.

Encuentro de El Rafi y Cerecillo, el novillo indultado en La Flecha



El Rafi visita a Cerecillo en el campo

El Rafi ha visitado este jueves a Cerecillo, el novillo de Juan Manuel Criado que indultó en La Flecha en el festival a beneficio de la esclerosis múltiple. Cerecillo se ganó la vida el pasado domingo y era la primera vez que El Rafi indultaba a un toro en público. El encuentro ha tenido lugar en la finca de Mérida donde el animal se recupera a buen ritmo.

"Las sensaciones han sido muy especiales al ver al novillo. Es muy bonito ver que le han perdonado la vida, gracias a él primero y luego gracias a mí por la faena. Nunca lo había vivido y me alegra mucho," ha comentado El Rafi tras su visita.

Con ese gran triunfo en La Flecha comenzó la temporada junto a las figuras y volverá a hacer el paseíllo con MoranteManzanaresCayetanoEmilio de Justo Pablo Aguado en Aranda de Duero en el festival en homenaje a los cirujanos taurinos #ÁngelesDelToreo el sábado 29 de febrero.

"Recuerdo que no paraba de embestir, la gente loca con el toro y conmigo y hubo mucha emoción. Mantuvo un ritmo constante y son recuerdos tremendos. Desde el principio tuvo una nobleza fuera de lo normal y sobre todo ritmo y clase embistiendo, casi como una música," ha explicado el novillero francés.

La misma opinión tiene el ganadero Carlos Criado"Ha sido un novillo que desde que salió y durante toda la lidia demostró bravura. Una condición de ir a más, mucha clase en la embestida, humillación, recorrido, tranco. Colocaba la cara un metro antes del embroque y repetía incansablemente, creo que cogió un puyazo en el que cumplió. Ha sido un novillo muy completo."

A Cerecillo le espera una vida de plenitud, puesto que el ganadero ha confirmado que padreará: "Es verdad que en su conformación de pitones, es un poco gacho y no tiene presencia, pero no quiere decir que no vaya a dar crías que tenga longitud de pitón. De hecho la madre tiene bastante cara y el semental también, pero él ha salido así. Por supuesto a mí me va a servir de semental y es un patrimonio genético que yo usaré."

Sobre la polémica generada en torno a si el indulto fue reglamentario o no ha aclarado: "El reglamento de Castilla y León permite el indulto en plazas permanentes tanto en corridas de toros, novilladas picadas y festivales picados. Está totalmente justificado el indulto, lo ha pedido el público, el ganadero estaba de acuerdo y el matador actuante también."

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lunes, 9 de marzo de 2020

CARLOS ARRUZA: CENTENARIO DE SU NATALICIO (Por: Rafael Dupouy Gómez)


Carlos Arruza en su temerario desplante de “El Teléfono”. Foto: Serrano. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).

Con motivo de celebrarse, el 17 de febrero de 2020, la fecha del centenario
 del natalicio del inolvidable maestro Carlos Arruza, extraordinaria figura del
 toreo mexicano que marcó una época gloriosa en las páginas de la historia
 taurina mundial, dedico este escrito recordando algunas de sus facetas 
destacadas como torero y en especial sus actuaciones en mi país, 
Venezuela, donde causó una auténtica sensación en mayo de 1946.

Su toreo variado lleno de absoluta entrega y valor causó gratísima 
impresion en mi abuelo Florencio Gómez Núñez, aficionado de excepción, 
quien nos manifestó en nuestras tertulias taurinas familiares sobre el
 temerario diestro mexicano, lo siguiente: "Para un matador de toros como
 Carlos Arruza, torear con "Manolete" con esa frecuencia todas las tardes
 era muy difícil. Cuando Arruza estaba bien, era insuperable y lo hacía con
 mucha verdad".

Carlos Ruiz Camino Arruza, se presentó en los carteles como Carlos Arruza.
 Nació en ciudad de México, el 17 de febrero de 1920. Se anunció con su
 tercer apellido, segundo del padre. De ascendecia española, siendo sus
 progenitores nacidos en tierras de Santander. El padre fue un modesto
 sastre y la madre, hermana del connotado poeta español León Felipe. Su
 hermano Manolo Arruza quiso ser torero.

La afición de los dos hermanos Arruza nació cuando su padre llevó a sus 
hijos a presenciar una corrida de toros en la plaza de la capital mexicana 
"El Toreo". Fue un mano a mano entre Fermín Espinosa "Armilita" y Domingo
 Ortega. Desde ese instante ambos quedaron maravillados y decidieron
 emprender el difícil camino para hacerse toreros. Iniciaron sus entrenamientos
 en una escuela taurina en Tacuba, dirigida por Samuel Solís.

El 8 de julio de 1934, con 14 años de edad se lanzó como espontáneo de su
 hermano Manuel en la plaza de toros de "El Toreo" de la Condesa, siendo la
 primera vez que pisó el ruedo.

Carlos Arruza, se vistió por primera vez de luces, el 18 de noviembre de 1934
 compartiendo cartel con su hermano Manolo y "Calesero". Lidiaron reses 
de Atlanga en la vieja plaza mexicana de Vista Alegre (México, D. F.), donde
 obtuvieron un gran triunfo y sumaron varias actuaciones por diferentes 
pueblos creciendo su popularidad como prometedoras figuras del toreo azteca.

El 22 de marzo de 1936, Carlos debutó como novillero junto a su hermano
 Manuel y Ramón Estrada. Ese mismo año, los Arruza decidieron con bastante
 ilusión viajar a España, pero los sorprendió la Guerra Civil Española, teniendo
 que regresar a México. Cuentan como una anécdota que Carlos Arruza, 
antes de regresar, visitó Madrid y se paró frente a la puerta de la Monumental
 de Las Ventas, el coso se encontraba cerrado, pero Arruza juró ante él que
 cuando tuviera oportunidad regresaría y saldría en hombros de su público.

En su natal México, destacó como novillero conquistando el trofeo de 
"La Prensa de Plata".

El 1 de diciembre de 1940, tomó la alternativa en la plaza de toros de 
"El Toreo" (México, D. F.), de manos del ídolo mexicano Fermín Espinosa
 "Armillita" quien había despertado su afición como torero cuando lo vio por
 primera vez en aquel mano a mano con Domingo Ortega. El testigo de su
 alternativa fue el diestro Francisco "Paco" Gorráez. Se lidiaron toros de  la 
temible ganadería de "Piedras Negras", conocida como los "Miuras Mexicanos"
. El toro de su alternativa se llamó "Oncito", quien lo hirió gravemente entrando
 a matar. 

Característico Farol de Carlos Arruza. (Archivo: Hnos. 
Dupouy Gómez).

En el año 1941, Carlos Arruza compartió cartel con los grandes 
matadores de toros mexicanos, entre ellos: Fermín Espinosa "Armillita",
 Lorenzo Garza, Silverio Pérez y Luis Castro "El Soldado", conquistando 
triunfos importantes en su país.

El 23 de noviembre de 1941, cortó una oreja al sustituto de "La Laguna", sexto
 toro de la tarde. Actuó junto a la rejoneadora Conchita Cintrón y los diestros,
 Ricardo Torres y Alfonso Ramírez "El Calesero".

El 22 de marzo de 1942, en la Plaza de toro de "El Toreo", en México, D.F.
 Carlos Arruza y Silverio Pérez torearon un mano a mano, cortando orejas
 y rabos, ambos diestros. Arruza, al segundo de la tarde, de nombre 
"Mordelón", de "La Laguna"; y Silverio Pérez, al tercero, de nombre "Peluquero"
 de Don Carlos Cuevas.

El 1 de agosto de 1943, Carlos Arruza recibió una puñalada en el cuello 
cuando asistía a una corrida en la Plaza de Toros de "El Toreo" de la 
Condesa, México. El autor del ataque fue un camionero, de nombre Isaías
 Rosas.

En 1944, Carlos Arruza tomó la firme decisión de viajar a España, pero 
primero toreó en Portugal con éxito. Ese mismo año, el reconocido empresario
 Antonio Algara, realizó gestiones para lograr una solución del convenio 
hispano-mexicano. Sus negociaciones dieron resultado positivo y Arruza, desde
 tierra lusitana, viajó y se presentó en España, convirtiéndose en el primer torero
 mexicano que lo hizo, siendo motivo de orgullo personal. 

Confirmó su alternativa en España, el 18 de julio de 1944, en la Monumental de
 Las Ventas de Madrid, siendo su padrino Antonio Bienvenida y como testigo
 Emiliano de la Casa "Morenito de Talavera". Se lidiaron toros de la 
ganadería de Vicente Muriel. Arruza estuvo sensacional, destacando por
 sus pares de banderillas que fueron tan espectaculares que se pidió, por
 primera vez, la oreja en el segundo tercio de la lidia. Recibió palmas en su
 primero, al toro de su ceremonia, de nombre "Figurón" y cortó una oreja
 a su segundo, llamado "Melonero", siendo el triunfador de la tarde.

Luego de su exitosa actuación en la corrida de su confirmación en Madrid,
 Arruza se presentó en Barcelona logrado importantes triunfos que le
 hicieron sumar numerosos contratos.

Carlos Arruza en la Monumental de Barcelona, España. Año 1944. 
(Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).

El 25 de julio de 1944, en la plaza de toros Monumental de Barcelona, Carlos
 Arruza cortó dos orejas y rabo a su primer enemigo y a su segundo, dos 
orejas y una pata, siendo el triunfador de la tarde, saliendo a hombros por 
3 kilómetros hasta su hotel en Las Ramblas. Actuaron junto con él, Manuel 
Jiménez "Chicuelo" y Mario Cabré.

Arruza sorprendió como magnífico banderillero, demostrando sus portentosas
 facultades, la tremenda facilidad para ganarle la cara a los toros en 
los terrenos más comprometidos, aunque poco después de ese éxito, 
compartió cartel en Madrid con Pepe Bienvenida, considerado como uno
 de los mejores banderilleros de su época. Arruza no se amilanó y tuvo
 una fenomenal actuación compartiendo cartel con Pepe Bienvenida. 
El diestro azteca cuarteaba y clavaba de salto, mientras que Bienvenida, 
dominaba todas las suertes de banderillas, desde el par de poder a poder 
hasta el quiebro sentado en una silla.

Manuel Rodríguez Sánchez "Manolete", Carlos Arruza y Pepe 
Bienvenida, iniciando el paseíllo. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).

El público no solamente admiró la espectacular forma de banderillear de 
Arruza, sino también su gran naturalidad, valor y oficio, pisando unos
 terrenos sumamente difíciles, pero que lograba salir airoso por su 
admirable preparación física, destacando por su flexibilidad, agilidad y juego
 de brazos.

Fenomenal par de banderillas de uno de sus máximos exponentes, 
el diestro mexicano Carlos Arruza. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).

El 20 de septiembre de 1944, se lidiaron toros de don Alipio Pérez Tabernero
 Sanchón, en la plaza de toros de Las Ventas de Madrid. Carlos Arruza fue el
 triunfador de la tarde, al cortarle una oreja a cada ejemplar lidiado. Le 
acompañaron Pepe Bienvenida, que cortó una oreja a su primero y el
 diestro peruano Alejandro Montani que confirmó su alternativa. Arruza salió a
 hombros por la Puerta Grande por primera vez, habiendo cumplido su promesa.

El 26 de septiembre de 1944, Carlos Arruza recibió un puntazo en el 
muslo derecho en Barcelona y toreó en Córdoba al día siguiente.

El 3 de diciembre de 1944, en la plaza de toros de "El Toreo" en Ciudad 
de México, D.F., Carlos Arruza estuvo muy bien lidiando toros de "La 
Laguna". Al toro "Rondinero", segundo de la tarde, le cortó una oreja. Lidió 
luego a "Volador", quinto de la tarde, consiguiendo una vuelta al ruedo con
 petición de oreja, que de no haber fallado con la espada hubiera cortado las
 orejas y el rabo. Alternó con Joaquín Rodríguez "Cagancho", quien le 
brindó un toro a los alternantes y Luis Briones que fue herido gravemente.

Carlos Arruza en México. Año 1944. (Archivo: Hnos. 
Dupouy Gómez).

Para 1944, Carlos Arruza era el torero que más orejas había cortado en 
menor número de corridas. En 37 festejos, cortó orejas en 34, rabos en 20 y 11
 patas. Ese año de 1944, llegó a torear 44 corridas de toros.

Carlos Arruza incursionó en el cine, siendo el protagonista de las películas
 "Mi reino por un torero" en 1944 con María Antonieta Pons y "Sangre
 Torera" en 1949 con Olga Jiménez. Imágenes suyas toreando también
 aparecen en el film "Torero", protagonizado por el diestro Luis Procuna 
en 1956.

En 1945 retornó a España y logró con un éxito rotundo numerosos triunfos. 
Su nombre recorrió el país de boca en boca de los aficionados. Las 
gentes de pueblo coreaban: "Desde que ha venido Arruza, "Manolete" está
 que bufa". Carlos Arruza llegó a torear ese año 108 corridas de toros y hasta
 el célebre crítico taurino K-Hito, Director del Semanario Taurino 
"Dígame", furibundo manoletista, le bautizó con el apodó del "Ciclón Azteca".
 El mismo K-Hito, había bautizado a "Manolete" como el "Monstruo".

El público empezó a crear una gran rivalidad entre "Manolete" y Arruza, 
aunque ambos fueron entrañables amigos y excelentes compañeros. Las
 plazas de toros se llenaron para admirar a estas dos figuras tan distintas
 en su manera de interpretar el toreo. 

Manuel Rodríguez Sánchez "Manolete", Carlos Arruza y Rafael Vega de los Reyes "Gitanillo de Triana". (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).

El 2 de abril de 1945, en Barcelona, Carlos Arruza cortó 2 orejas a su primer
 toro de nombre "Asustado". Al quinto toro, de nombre "Inspector", marcado
 con el número 104, le realizó una grandiosa faena inenarrable, cortándole
 las dos orejas, el rabo y la pata, saliendo a hombros de la plaza. Arruza, 
vestido de verde y oro, realizó una faena variada con el capote, con 
ajustadas chicuelinas. Colocó seis estupendos pares de banderillas. Con la
 muleta, mostró su temerario valor, con mucho arte. Se observaba que cuando
 el público ponía cara de terror, él sonreía. Su faena fue perfecta y emocionante,
 con naturales, faroles, arrucinas, pases de pecho, con mucho arte,
 culminándola con una gran estocada hasta los gavilanes. Actuó con el
 gran rejoneador portugués Simao Da Veiga, y los diestros Pepe Bienvenida y
 Benigno Aguado de Castro, quien tomaba su alternativa, enfrentando toros 
de R. Gallardo y doña Carmen de Federico.

El 18 de abril de 1945, en la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, cortó
 su primera oreja en ese coso, ante toros de Tassara, alternando con 
Manuel Rodríguez Sánchez "Manolete", quien también cortó una oreja y 
Pepe Luis Vázquez. Al día siguiente, en el mismo coso, "Manolete",
 Pepín Martín Vázquez y Carlos Arruza cortaron cada uno una oreja, ante toros
 de Núñez.

Dos derechazos de Carlos Arruza en México. Fotos: Mayo. (Archivo:
 Hnos. Dupouy Gómez).

El 28 de abril de 1945, en la plaza Monumental de Valencia (España), triunfaron
 Carlos Arruza y Pepín Martín Vázquez, al cortar dos orejas cada uno. 
Completó el cartel el diestro peruano Alejandro Montani.

El 9 de mayo de 1945, en la Plaza de toros Monumental de Valencia (España),
 se presentaron los diestros Manuel Rodríguez "Manolete", Carlos Arruza y
 Agustín Parra "Parrita", quien tomaba la alternativa. Cortaron cada uno dos
 orejas, ante reses de los Herederos de Galache. Por primera vez 
actuaron "Manolete" y Arruza en esa plaza. Fue el día de la gran 
faena "De los 20 naturales" del Califa de Córdoba. Los aficionados que
 llenaron el coso gozaron de una gran tarde, en la que los tres diestros 
estuvieron enormes y desorejaron a cada uno de sus enemigos.

A la izquierda: Un ceñido y colosal pase de pecho de Carlos Arruza en
 México. Foto "La Prensa Gráfica". A la derecha: Muletazo firme y mandón
 a pies juntos del "Ciclón" en Barcelona, España, ante un lleno
 impresionante. Foto: Francisco Sebastián. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).

El 24 de mayo de 1945, en la Plaza Monumental de Las Ventas de Madrid, 
Carlos Arruza fue el triunfador de la tarde al cortar una oreja, ante reses
 de José Luis y Hermanos de Felipe Pablo Romero. Le acompañaron los
 diestros Pepe Bienvenida y Jaime Marco Gómez "El Choni".

El 25 de junio de 1945 en la Plaza de Toros Monumental de Las Ventas de 
Madrid, ante toros de Manuel González, Carlos Arruza fue el triunfador de la
 tarde al cortar tres orejas. Alternó con Luis Gómez "El Estudiante" y
 Luis Miguel Dominguín. Era la Corrida a Beneficio de la Asociación 
Benéfica de Auxilios Mutuos de Toreros. Fue un día lluvioso y Arruza 
salió por la Puerta Grande.

El 27 de junio de 1945, en Zaragoza, se llevó a cabo un mano a mano entre
 Domingo Ortega y Carlos Arruza, ante toros de Federico, cortando ambos
 matadores dos orejas.

La fama mundial de Carlos Arruza le hizo conocer a grandes 
personalidades, como sus entrañables amigos Jorge Negrete y
 Mario Moreno "Cantinflas". Igualmente, compartió momentos con Walt
 Disney. En otra foto aparece en compañía de "Manolete", su 
admirado y querido compañero dentro y fuera del ruedo. (Archivo:
 Hnos. Dupouy Gómez).

El 28 de septiembre de 1945, en la Real Maestranza de Caballería de Sevilla,
 Carlos Arruza fue el triunfador de la tarde al cortar dos orejas, alternando
 junto a Rafael Vega de los Reyes "Gitanillo de Triana" y el peruano Alejandro
 Montani, lidiando reses de Felipe Bartolomé.

El 28 de septiembre de 1945, Carlos Arruza consiguió un gran triunfo en la
 Real Maestranza de Caballería de Sevilla al cortar tres orejas, dos a su 
primero y una a su segundo astado de la ganadería de Buendía. Se presentó
 esa tarde con Rafael Ortega "Gallito" y Pepín Martín Vázquez. Al día
 siguiente, en el mismo coso, Arruza cortó una oreja al igual que Rafael 
Ortega "Gallito", el rejoneador don Álvaro Domecq y Díez cortó 2 orejas y 
Emiliano de la Casa "Morenito de Talavera" se fue de vacío, ante toros de 
Salvador Guardiola.

En 1945, toreó 108 corridas, lidió 225 toros y participó en 4 Festivales en
 España. Cortó esa campaña 260 orejas, 72 rabos y 20 patas. Quedó a una
 corrida del récord que estaba en manos de Juan Belmonte quien actuó 109 
corridas en 1919. La afición de España fue la que más lo idolatró como torero.

A la izquierda: Una artística "Arrucina" del maestro Carlos Arruza en
 la Monumental Plaza México, al toro "Tanguero" de Pastejé, el 5 de marzo
 de 1952. A la derecha: Su temerario desplante "El Teléfono", al toro 
"Holgazán", el 25 de febrero de 1951, en la Monumental Plaza México.
 Fotos: Orduña. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).

Durante las temporadas de 1945 y 1946, Carlos Arruza no regresó a 
México. Al parecer, debido a que no le ilusionaba actuar en su tierra después
 del frío trato que había recibido a raíz de sus éxitos en España.

En 1946 toreó menos en España como consecuencia del agotamiento físico
 que le suponía recorrer toda la geografía española. Ese mismo año, 
antes de venir a Venezuela, estuvieron actuando "Manolete" y Carlos 
Arruza en Bogotá (Colombia).

Foto dedicada a Florencio Gómez Núñez por Manuel Rodríguez Sánchez 
"Manolete" que dice: "A Florencio Gómez con todo recuerdo" y 
Carlos Arruza que expresa: "A Florencio Gómez con un abrazo". Bogotá,
 Colombia. Año 1946. Foto: Manuel. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).

CARLOS ARRUZA EN VENEZUELA

A la izquierda: Cartel de la presentación de "Manolete" y Carlos Arruza
 en su debut en Venezuela, actuando en la Maestranza de Maracay. A la 
derecha: Carlos Arruza, durante su memorable faena en la Maestranza
 de Maracay, en mayo de 1946. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).

El gran empresario español don Andrés Gago, estuvo a cargo de la 
organización de la llamada "Temporada Monumental de Abono". Carlos
 Arruza, toreó dos corridas de toros. Debutó en la Maestranza de Maracay 
(Venezuela), el 5 de mayo de 1946, compartiendo cartel con su compatriota
 mexicano Jesús "Chucho" Solórzano y el diestro sevillano Rafael Vega de los
 Reyes "Gitanillo de Triana", lidiando toros de la ganadería venezolana de 
"Guayabita".

La segunda participación de Arruza fue en el anunciado "Gran Mano a 
Mano" con el ídolo cordobés Manuel Rodríguez Sánchez "Manolete", el 12 de
 mayo de 1946, ante reses de "Guayabita".

Los diestros Manuel Rodríguez Sánchez "Manolete" y el mexicano Carlos 
Arruza visitaron, junto con sus apoderados, a mi abuelo Florencio Gómez 
Núñez en su quinta "La Macarena" en Maracay. El apoderado de "Manolete",
 don José Flores "Camará", era muy amigo de mi abuelo, al que conoció 
desde que se inició en el mundo del toro, como torero primero y luego 
como apoderado. Acompañando a Carlos Arruza vino su apoderado, 
Andrés Gago, quien también gozó de la amistad y alta estima de mi 
abuelo, siendo una persona sumamente cordial y atenta, además de gran
 empresario que organizó temporadas taurinas como la realizada en la
 Maestranza de Maracay en 1946 y, posteriormente, varias en el Nuevo Circo 
de Caracas.

Recordaba mi abuelo Florencio sobre la cordial visita de las grandes figuras
 del toreo a su casa:

"Gratamente recibí a "Manolete" y Carlos Arruza, junto con mi señora, Elena y 
, Rosa Elena y Florencio Vicente Gómez Arráiz. Los saludamos cariñosamente
 y los invitamos a pasar. Estuvimos conversando largo rato en un salón de 
la casa, donde todavía conservo el juego de muebles donde se sentaron
 "El Monstruo" cordobés y "El Ciclón" mexicano con sus apoderados.

Durante su agradable estadía en Maracay, "Manolete" y Arruza, estamparon 
firma en el álbum taurino que tantas figuras del toreo me han dedicado con 
tanto cariño, a lo largo de los años, desde la fecha inaugural de la Plaza de 
Toros Maestranza de Maracay en 1933".

Dedicatoria de Carlos Arruza a Florencio Gómez Núñez que dice: "Para mi 
buen amigo Florencio Gómez con muchos recuerdos". Año 1946. 
(Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).

A la izquierda: Florencio Gómez Núñez con don Andrés Gago. A la derecha:
 Dedicatoria del apoderado de Arruza, don Andrés Gago a Florencio 
Gómez Núñez que dice: "Para Florencio Gómez buen amigo con todo afecto".
 Año 1946. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).

UN "CICLÓN" BAJO EL AGUA, LA SEGUNDA DE ABONO DE 

MARACAY

Dos memorables instantes de la magnífica faena de Carlos Arruza en la
 Maestranza de Maracay, Venezuela, el 5 de mayo de 1946. (Archivo:
 Hnos. Dupouy Gómez).

Así tituló su crónica el destacado crítico taurino venezolano don Guillermo Austria
 "Chavalo". El mexicano Jesús "Chucho" Solórzano, había cortado una oreja,
. El público continuaba expectante por disfrutar el toreo temerario del "Ciclón"
 mexicano, hasta que le correspondió aquel bravo y noble sexto toro, de nombre
 "Arrepentido", berrendo de pelambre y bien armado de pitones.

En ese momento se desató un fuerte aguacero en la Maestranza de 
Maracay, expresó el crítico "Chavalo":

"Señoras y señores, que en el ruedo tenemos al "Ciclón" bajo el agua, haciendo
 el milagro de prender la llama del entusiasmo y la locura bajo la pertinaz 
molestia de la lluvia. ¡Milagrerías del poder del arte! Lo que le vimos hacer a este
 imponderable diestro azteca, fueron cosas del otro mundo.

Luego con las banderillas pega tres descomunales pares a los que el público 
dedica un largo vocerío. Y con la muleta vino lo inenarrable, lo desconocido,
 lo increíble. La fantasmagoría más intensa de emoción y tragedia. Ya no 
arrodillado, sino más bien volcado sobre el guayabitero, nos hace el "teléfono",
 poniendo sobre la testuz no el codo, sino la axila derecha. ¡Un horror! Un intenso
 escalofrío de tragedia, casi de muerte ante la magnitud de la trágica arrogancia, 
desentumece los ateridos miembros. La multitud llevando más agua que una 
teja, permanece alelada ante el esplendor de la faena.

Una soberbia estocada pone a tambalear al guayabitero y la multitud se lanza al ruedo como loca y en hombros se lleva al temerario artista, antes de que el toro caiga, hasta las propias puertas del "Hotel Jardín".
"Chavalo"

CÉLEBRE MANO A MANO ENTRE "MANOLETE" Y ARRUZA

Sensacional mano a mano entre "Manolete" y Carlos Arruza en la
 Maestranza de Maracay, el 12 de mayo de 1946. (Archivo: Hnos. 
Dupouy Gómez).

En la tercera y última corrida realizada en la Maestranza de Maracay el 12 de
 mayo de 1946, se presentó Manuel Rodríguez Sánchez "Manolete" en un mano
 a mano con el diestro mexicano Carlos Arruza, actuando como 
sobresaliente el novillero venezolano Oscar Martínez. Llovió mucho ese día,
 pero al afición venezolana pudo ver enfrentarse a esos dos colosos
 de la torería contemporánea.

La presentación de "Manolete" en Maracay, fue un auténtico acontecimiento 
para la fiesta brava nacional. El gran cronista taurino venezolano Guillermo 
Austria "Chavalo" registró en su crónica, el sensacional momento vivido
 en Maracay (Venezuela) con la presentación de "Manolete" y Arruza, que tanta
 expectación y emoción despertó en la afición: 

"Haciendo alardes de consumado caballista, con todo el estilo y la facha del 
señorito cortijero, Luis Augusto Vizcarrondo hace el despejo de la plaza al
 frente de las cuadrillas, capitaneadas por "Manolete", de arzobispo y oro, y por
 Carlos Arruza, tabaco y plata. Al centro viene, como símbolo de esperanzas 
nuestras, Oscar Martínez, el estilizado novillerito aragüeño en calidad de 
sobresaliente.

Aquellas verónicas de "Manolete", aquellos sus naturales sus "manoletinas",
 su pase de trinchera, los de pecho, en fin todo lo que en cantidad y calidad 
nos hizo, ante nuestros ojos aparecían como cosas nunca vistas. Como si
fueran de estreno. Nos traían una sensación nueva. Digamos si el valor "medular"
de su labor: una en uno y dos en otro: total: tres orejas. Pero en realidad la cosa
 debido ser de ésta manera: dos en el primero y en el quinto, las dos, el rabo y 
una pata, pero el Técnico no supo corresponder con entera justicia. 
¡Aquel quinto toro de "Manolete" merecía todos los honores habidos y por haber!

En el "mero" México, el 17 de febrero de 1920, nació quien, 26 años después,
 iba a inventar en la plaza de toros de la capital de Aragua, el hipo colectivo.
 Y consistió el invento en aquellos tres escalofriantes faroles de rodillas con que
 Carlos Arruza saludó al sexto guayabitero de la tarde. Cuando el bizarro y 
temerario azteca dejó su posición de hinojos, en toda la plaza había un 
mareante olor a cloroformo. En todas las absortas pupilas la visión del "hule"
 humedeció los ojos de la tragedia. Es el torero que por los senderos de la 
temeridad nos llega más directo al corazón.

También como "Manolete" fue víctima de la "pichirrería" del Técnico, y solo se
 llevó al final de la triunfal jornada, cuatro orejas y un rabito, ¡como si aquellos
 quinto y sexto toros no tuvieran patas que cortar!

En hombros de una multitud más que entusiasmada, enardecida, salieron por
 las calles de la ciudad afortunada este par de colosos de la torería, después
 de haber dado cada uno a mares lo que tienen: el poder y la fuerza.
"Chavalo"


de Maracay, Venezuela. Un valeroso desplante de rodillas y
 mostrando trofeos conquistados esa tarde en 1946. (Archivo: Hnos.
 Dupouy Gómez).


El 6 de agosto de 1946, en la Plaza Monumental de Barcelona, ante toros
 de Sánchez Cobaleda, Carlos Arruza tuvo un triunfo apoteósico, en una 
de sus plazas preferidas, al cortar las dos orejas y rabo a cada ejemplar. Le 
acompañaron esa tarde Pepe Bienvenida y "Morenito de Talavera".

El 3 de octubre de 1946, en la Plaza Monumental de Las Ventas de 
Madrid, se lidiaron ejemplares de don Felipe Bartolomé Sanz en la Corrida de
 la Asociación Benéfica de Toreros. Carlos Arruza fue ovacionado en su primero
 y cortó las dos orejas de su segundo, siendo el triunfador. Resultó herido
 gravemente. Actuaron el rejoneador Pepe Anastasio, Curro Caro y Julio Pérez
 "Vito" quien confirmó su alternativa.

En 1947, Carlos Arruza actuó mucho y se hizo ganadero de reses bravas. 
 toros de Linares.

Gaonera de Carlos Arruza al toro "Lagunero" de La Punta, el 7 de 
diciembre de 1947, en la plaza de toros de "El Toreo", México D.F.
Foto: Orduña. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).

El 7 de diciembre de 1947, en la plaza de toros de "El Toreo", en Ciudad de
 México, Arruza triunfó cortándole las dos orejas y el rabo al toro "Zorrito"
 de "La Punta". Actuaron Fermín Rivera y Antonio Toscano.

El 14 de diciembre de 1947, en la plaza de toros de "El Toreo", en México,
 D.F. Se lidiaron reses de Pastejé. Carlos Arruza en un memorable mano a 
mano con Fermín Espinosa "Armillita", tuvo una tarde triunfal, al cortar dos 
orejas al sustituto tercero de "San Mateo" y dos orejas y rabo al quinto de nombre
 "Cantinero". El "Ciclón" realizó también una faena extraordinaria al sexto, 
nombre "Cordobés", perdiendo los apéndices por fallar con el descabello. 
"Armillita", cortó dos orejas a su segundo "Serranito". Fue la alternativa del 
diestro portugués Manolo Dos Santos, quien recibió una cornada muy grave,
 con desgarro femoral en el muslo derecho, por el toro "Vanidoso".

El 22 de febrero de 1948, Carlos Arruza decidió retirarse de los toros actuando
 plaza de toros de "El Toreo" en la capital mexicana con Alfonso Ramírez 
"El Calesero" y Antonio Velásquez. Arruza le cortó una oreja al toro "Portuguero",
 "Puntillero" se llamó el último toro que mató esa tarde. Pero igual que les ha 
ocurrido a casi todos los toreros, las nostalgias, las añoranzas y las tentadoras
 ofertas lo hacen regresar a los ruedos.

El 12 de febrero de 1950, Carlos Arruza, reapareció como matador de toros,
 en Caracas (Venezuela). La Organización Gago presentó la temporada. 
Se lidiaron reses venezolanas de "Guayabita". Carlos Arruza actuó en un mano 
a mano con el diestro sevillano Manolo González. Arruza escuchó música.
 Cortó dos orejas a su primero y segundo toro, escuchando palmas en el
 tercero. Manolo González, fue muy aplaudido durante la lidia de sus tres 
enemigos.

El 19 de febrero de 1950, la Organización Gago presentó otra corrida en la
 que participó Carlos Arruza, alternando nuevamente con el sevillano Manolo
 González y el portugués Manolo Dos Santos, lidiando astados criollos de
 "Guayabita", bien presentados pero mansos y difíciles.

El matador de toros portugués Manolo Dos Santos y el mexicano 
Carlos Arruza en México D.F. Foto: Ruiz. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).

En el mes de junio de 1950, Carlos Arruza se casó una mañana en Sevilla 
ante el Jesús del Gran Poder, con la Srta. María del Carmen Vázquez, 
sevillana. Ese año, toreó unas 24 corridas en España.

Retornó a México, y el 18 de febrero de 1951, se agotaron las entradas
 con un lleno impresionante para ver su reaparición con los diestros Fermín 
Rivera y Alfonso Ramírez "El Calesero", lidiando reses de "La Laguna". 
Nuevamente sus compatriotas abuchearon a Carlos Arruza.

Repitió Arruza, el 25 de febrero de 1951, en la llamada "Corrida de la 
Concordia" en la Plaza Monumental de México, D.F., alternando con Curro
 Caro y Antonio Velásquez. Se arregló nuevamente el convenio taurino 
hispano-mexicano y esta vez la afición mexicana se entregó a él, concediéndole
 las orejas y el rabo del quinto toro, de nombre "Holgazán" de Pastejé. Ya Arruza
 había cortado una oreja al toro "Temblador" de la misma ganadería azteca.

El 1 de abril de 1951, Carlos Arruza toreó junto al diestro portugués Manolo 
Dos Santos, tres corridas en un mismo día. En la mañana, en Morelia; en la
 tarde, en la Plaza Monumental de México, D.F. y en la noche en Acapulco. 
Estoqueó 10 toros ese día.

El 8 de abril de 1951, en la Plaza Monumental de México, Carlos Arruza 
 el premio de "La Oreja de Oro", al cortar una oreja, ante reses de Xajay.
 Arruza realizó una lidia muy completa al toro "Periodista".

Para torear sólo dos corridas fue a España en 1951. Don Pedro Balañá, le 
ofreció la entonces excepcional cifra de un millón de pesetas.

Arriba: Doblón de Carlos Arruza a un toro de Yencala, en Lima (Perú), 
el año 1951. Foto: Campbell. Abajo: Gran estocada de Arruza en España.
 (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).

El 21 de octubre de 1951, Carlos Arruza organizó en Córdoba (España) una 
Corrida Monstruo Pro Monumento a la memoria de su entrañable amigo
 y compañero "Manolete" en donde participaron: el rejoneador Duque de 
Pinohermoso, Rafael Vega de los Reyes "Gitanillo de Triana", Carlos Arruza,
 Agustín Parra "Parrita", José María Martorell, Manuel Calero "Calerito", 
Anselmo Liceaga, Jorge Medina, Julio Aparicio, Manuel Capetillo y Rafael
 Soria Molina "Lagartijo". Se logró un gran éxito artístico y económico. En el 
palco de honor se encontraba presente el legendario Califa del toreo 
cordobés Rafael González "Machaquito". Carlos Arruza expresó que ese día 
disfrutó y sintió una gran satisfacción por haber puesto su granito de arena 
en esa histórica corrida dedicada a esa gran persona que fue "Manolete". 
Arruza, ejecutó por primera vez  manoletinas como homenaje a su querido
 amigo difunto. Realizó una gran faena, culminándola con una buena estocada.

El 20 de enero de 1952, se celebró la primera corrida de la temporada en la
 plaza de toros Nuevo Circo de Caracas (Venezuela), figurando en el cartel los
 matadores de toros Carlos Arruza, Luis Sánchez "Diamante Negro" y el 
debutante mexicano Juan Silveti (hijo). En esta corrida se lidiaron las reses 
de Arruza, que salieron de una mansedumbre insoportable.

Hubo una gran entrada, llenándose todas las localidades. Fueron recaudados en taquilla, según planillas oficiales, Bs. 401.430, ¡un record! La corrida resultó fatal
 para el diestro ganadero Carlos Arruza y para sus alternantes, que no pudieron
 lucirse ante la mansedumbre de los toros.

El 27 de enero de 1952, se efectuó la segunda corrida en el Nuevo Circo
 de Caracas (Venezuela). Se lidiaron ocho toros de "Guayabita" para los 
matadores Carlos Arruza, José María Martorell, Manolo González y 
"Diamante Negro". El sevillano Manolo González, cortó dos orejas y un rabo.
 Arruza, una oreja. Martorell, abroncado en sus dos toros. Al "Diamante Negro", se le fue un toro vivo a los corrales y en el otro, cumplió meritoriamente.

El 3 de febrero de 1952, en la Plaza Monumental de México, D.F., Carlos Arruza
 le confirmó la alternativa a Antonio Caro y Anselmo Liceaga. Su labor con el 
cuarto toro de la tarde, de nombre "Maestro" de la ganadería de Pastejé
 fue admirable, cortándole las dos orejas y el rabo.

El 10 de febrero de 1952, en la misma plaza de la capital mexicana, Arruza le
 cortó las dos orejas al toro "Barquero" de don Carlos Cuevas, un ejemplar que
 se resistía a pasar. Le acompañaron esa tarde José María Martorell y Humberto
 Moro.

El 5 de marzo de 1952, Carlos Arruza toreó y triunfó magistralmente la Corrida
 Guadalupana, realizada en la Plaza Monumental de México, luciéndose en una
 gran faena al toro "Tanguero" de Pastejé, cortándole las dos orejas y el rabo.
 Actuaron esa tarde, Manolo González y José María Martorell que cortaron 
ambos dos orejas, Silverio Pérez, Rafael Rodríguez y Jesús Córdova.

En 1952, Carlos Arruza se convirtió en el primer matador de toros que toreó en
 dos continentes en una semana. El 21 de septiembre, actuó en Ciudad de 
Juárez, Chihuahua (México) viajó a España y toreó los días 27 y 28 de
 septiembre en Barcelona y regresó a México de inmediato para torear el 5 
de octubre en Nogales, Sonora.

CÉSAR GIRÓN Y SU ÍDOLO ARRUZA

A la izquierda: Un joven César Girón al lado de su ídolo Carlos Arruza en
 un Festival en Santander, España. Foto: Ortega. A la derecha: El 
venezolano César Girón, el mismo día de su alternativa en Barcelona,
 España, entrega una medalla de recuerdo a Carlos Arruza, el 28 de 
septiembre de 1952. Foto Mateo. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).

En el año 1946 cuando se presentó el célebre mano a mano de "Manolete" y 
Carlos Arruza en la Maestranza de Maracay, César Girón, siendo muy jovencito,
 logró colearse y pudo presenciar el toreo de "Manolete", la figura taurina del 
momento. Pero su verdadera admiración se volcó sobre el "Ciclón" mexicano 
Carlos Arruza, porque le gustó mucho su forma de torear que, posteriormente,
 le sirvió como modelo a imitar. Don Fernando Gago, hermano del apoderado
 de Arruza, don Andrés Gago, fue quien se encargó en España de llevar la exitos
a carrera del venezolano César Girón.

Por eso César, el primero de la dinastía, fue un torero con un gran
 temperamento y valor supremo. Tomó la alternativa en Barcelona 
(España), el 28 de septiembre de 1952, de manos de su ídolo Carlos
 Arruza, quien viajó especialmente a España para doctorarlo, actuando como
 testigo Agustín Parra "Parrita" aquella tarde. El toro de su alternativa se llamó
 "Farolillo", de la Ganadería de Antonio Urquijo.

Alternativa de la máxima figura del toreo de Venezuela, César Girón, de
 manos de su padrino Carlos Arruza, en Barcelona, España, el 28 de 
septiembre de 1952. Foto: Orduña. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).

César Girón, la máxima figura del toreo de Venezuela, lamentablemente tuvo
 el mismo fatal destino que su ídolo Carlos Arruza. Viajando de Caracas a
 Maracay, en el kilómetro 73 de la autopista Caracas-Valencia, sufrió un fatal
 accidente de tránsito que le costó la vida, aquel triste 19 de octubre de 1971. 
César manejaba un carro deportivo. Parecía que iba a gran velocidad y se le 
metió por detrás a un camión que se encontraba estacionado. César llegó
 prácticamente muerto al hospital.  

Carlos Arruza regresó a México y el 16 de noviembre de 1952, cortó las orejas
 y el rabo del toro "Bardobián" de Zacatepec, en corrida en la que recibía la 
alternativa Alfredo Leal, actuando también José María Martorell.

Carlos Arruza, el 16 de noviembre de 1952, durante su extraordinaria
 faena al toro "Bardobián", a quien cortó las orejas y el rabo en la 
Monumental Plaza México. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).

El 22 de febrero de 1953, Arruza decidió retirarse definitivamente en la 
Monumental de México. Poco tiempo después adquirió la ganadería de Pastejé.

ARRUZA REJONEADOR

Carlos Arruza actuando como rejoneador en Barcelona, España. Fotos: 
Valls. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez). 

Carlos Arruza, inició una nueva etapa en su carrera, la de rejoneador, con 
mucha prestancia y gallardía. Actuó como caballista en España, el 2 de junio
 de 1957, en la Plaza de Toros Monumental de Barcelona, ante un toro de 
Manuel Sánchez Cobaleda, alternando con los matadores de toros José 
María Martorell, Miguel Báez "Litri" y Manolo Vázquez, quienes lidiaron reses
 de don Baltasar Ibán.

El 6 de junio de 1957, Carlos Arruza como rejoneador se presentó en la
 Corrida de Beneficencia en Madrid, siendo muy ovacionado. Actuaron los
 diestros Julio Aparicio, "El Litri" y Manolo Vázquez, éste último, cortó una oreja.

El 20 de junio de 1957, se presentó Arruza como rejoneador, en la Real 
Maestranza de Caballería de Sevilla en la Corrida de la Prensa, Día de 
Corpus Christi, en donde actuaron los diestros Antonio Vázquez, el colombiano
 Pepe Cáceres y Mariano Martín "Carriles".

El 25 de agosto de 1957, en la Plaza de Toros Monumental de Barcelona,
 Arruza como rejoneador mató un novillo del Vizconde de Garci-Grande, 
alternado con los diestros Pablo Lozano, el venezolano César Girón y
 Antonio Chenel "Antoñete", quienes se enfrentaron a toros de la ganadería de
 don Baltasar Ibán.

En el año 1960, Carlos Arruza, participó como actor de reparto, 
interpretando al Teniente Reyes en la famosa película del género
 Western, "El Álamo", protagonizada y dirigida por la leyenda de Hollywood 
John Wayne y el primer actor Richard Widmark.

Carlos Arruza, interpretando al Teniente Reyes en la famosa 
película del género Western, "El Álamo", protagonizada y dirigida por
 la leyenda de Hollywood John Wayne en 1960. (Archivo: Hnos.
 Dupouy Gómez).

En 1961, Carlos Arruza fue entrevistado para la revista "Blanco y Negro"
 por el periodista Julián Cortés Cavanillas, en la ciudad de Roma (Italia). Allí 
expresó el diestro mexicano, lo siguiente: Se sentía más a gusto en los tres 
tercios de la lidia, toreando de muleta. Siempre mató a sus toros a volapié, 
nunca recibiendo. El torero que más admiró fue "Manolete", porque fue el 

mejor torero y la mejor persona que había conocido. El toro con el que se sintió
 más torero fue uno de la ganadería de Murube que se llamaba "Inspector" y al
 que cortó, en una memorable tarde en Barcelona, las dos orejas, el rabo y
 la pata. En su carrera taurina recibió ocho cornadas, de las cuales dos
 resultaron grandes, aunque sin gravedad. La Virgen de Guadalupe era 
"Su Apoderada", le tenía gran devoción y la llamaba así desde su época de
 becerrista. Tocaba la guitarra, le gustaba mucho la música, porque lo
 tranquilizaba. Le gustaban los trajes de colores claros. No soportaba el color
 morado, porque con él recibió tres cornadas. En su visita a Roma le impresionó
 conocer a Su Santidad, el Papa Juan XXIII; su bondad y bendición lo 
conmovieron hasta lo más profundo de su alma. Tenía cuatro hijos para la
 época: Carlitos el más parecido a él; Manuel que se parece a su madre y
 es el que tiene verdadera vocación de torero; y dos hijas, María del Carmen,
 que se llama como su madre y María Cristina, que llevaba el nombre de la 
madre del "Ciclón" mexicano. 

Manolo Arruza, hijo del maestro Carlos Arruza, quien continuó su
 legado como destacada figura del toreo azteca. (Archivo: Hnos. 
Dupouy Gómez).

Carlos Arruza cumplió tres etapas taurinas: Como torero, ganadero y
 rejoneador. Salió tres veces por la Puerta Grande de la Plaza de Toros
 Monumental de Las Ventas de Madrid (1944, 1945 y 1946). En la Real
 Maestranza de Caballería de Sevilla, toreó un total de 8 festejos: 6 corridas
 y 2 festivales. Entre sus aportes a la Fiesta Brava, dejó su sello personal con la
 "Arrucina" y su famoso desplate de "El Teléfono". Le otorgaron la "Gran Cruz de
 Beneficencia", en Santander (España), el 26 de mayo de 1957. Fue Presidente
 del Montepío de Toreros. Participó en muchos festivales benéficos, 
colaborando con los más necesitados. Entre sus aficiones le gustaba volar,
 piloteando su propia avioneta. Gozaba del cine, compartiendo películas 
de sus faenas, narrándolas él mismo en su casa acompañado de familiares
 y amigos. El célebre músico, director de orquesta y compositor madrileño 
Rafael Oropesa, le dedicó un Pasodoble muy torero titulado "Carlos Arruza".
 El magnífico pintor mexicano "Pancho" Flores, lo inmortalizó en sus lienzos.
 En el Museo Taurino de la Plaza de Toros Monumental de Las Ventas de 
Madrid, conservan una mascarilla mortuoria de Carlos Arruza que pude 
contemplar durante mi visita en el año 2011, encontrándose expuesta con otras
 mascarillas de "Manolete" y Fermín Espinosa "Armillita".

A la izquierda: Carlos Arruza en un memorable triunfo en la Monumental
 Plaza México. A la derecha: Insignia de la Cruz de Beneficencia 
entregada a Carlos Arruza en Santander, España, el 26 de mayo de 1957.
 Foto: Samot. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).

Carlos Arruza, tiene en su honor una Calle en Santa Marina (México) y unas
 estatuas en las Plazas de Toros Monumental de México y San Luis de Potosí.

En la temporada grande de México de 1965-1966, Carlos Arruza se convirtió
 en el primer rejoneador que cortó un rabo en la Plaza de Toros Monumental de
 México, D.F. El 23 de enero de 1966, cortó las dos orejas y rabo al toro
 "Gavilán" de Tequisquiapan. Le acompañaron esa tarde, Manuel Amador y
 Rafael Muñoz "Chito".

Carlos Arruza regresó a Venezuela para participar en un emotivo Festival 
Taurino, a beneficio de "Fe y Alegría", que se efectuó en el Nuevo Circo
 de Caracas (Venezuela), la tarde del 7 de marzo de 1965, en el que tomaron
 parte, además de Arruza, los diestros: Rafael Ponce "Rafaelillo", Rafael Vega
 de los Reyes "Gitanillo de Triana", Lorenzo Garza, Silverio Pérez, César Girón,
 Curro Girón, Efraín Girón y el novillero Simón Mijares "El Duende". El público 
correspondió y el circo se vio pleno en todas sus localidades. Fue un Festival
 para el recuerdo por haberse unido en las arenas del coso caraqueño tan 
notables figuras del toreo contemporáneo.

El 6 de febrero de 1966, Carlos Arruza toreó por última vez en la Plaza de Toros
 Monumental de México. Al toro "Peregrino" de la ganadería de Reyes Huerta, 
le cortó las dos orejas. Esa tarde, Santiago Martín "El Viti" cortó una oreja.

Se volvió a retirar y permaneció durante muchos años alejado de los ruedos 
dedicándose al campo, a su rancho y a la vida familiar. Carlos Arruza marchó con
 sus hijos a la finca "La Dolores" a ciento y pico de kilómetros de México, D.F.
 Dejó a sus hijos en el rancho y retornó a la capital con "El Rana", su
 fiel mozo de espadas. Falleció trágicamente, el 20 de mayo de 1966, en un
 accidente de tránsito, en la carretera de Toluca de Lerdo (México). La noticia 
dio la vuelta al mundo. Los mexicanos impactados por su triste destino le 
lloraron conmovidos. En España se produjo un profundo sentimiento dolor por la
 pérdida de tan importante figura del toreo que brilló cosechando triunfos en sus 
ruedos.

El famoso director cinematográfico Budd Boetticher del género 
Western, realizó un documental titulado "Arruza", pocos meses antes
 de terminarlo, falleció el torero mexicano en accidente de tránsito en 
1966, pero logró concluirlo en 1972. El célebre director fue un gran 
aficionado taurino. Le podemos ver en esta foto en compañía de John 
Wayne durante un film. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).

Bien describió su toreo el Diario ABC de España en una de sus crónicas
 taurinas, al señalar: "Carlos Arruza fue un torero de amplio repertorio con 
el capote, muy variado en los quites. Banderillero de lento andar hasta la 
cara del toro, de salida limpia y espectacular. Poderoso con la muleta, 
dramático en sus peculiares molinetes de rodillas y muy seguro con la espada.
 Fue un torero valiente, de los que entran por los ojos. Torero de masas. 
No existió la rivalidad que algunos pretendieron entre "Manolete" y Arruza. 
Cada uno iba por su lado, aunque muchas tardes torearon juntos. No existió
 competencia. Sólo la camaradería, una buena y sincera amistad dentro y fuera
 del ruedo".

He querido dedicar este artículo a la memoria del gran maestro mexicano 
Carlos Arruza, como especial recuerdo en el Centenario de su natalicio.

Rafael Dupouy Gómez