El arte que Pablo Hermoso de Mendoza derrama por los ruedos del mundo en cada una de sus actuaciones, además de servir para el deleite del público, también sirve como inspiración para otros profesionales de otras disciplinas artísticas.
Así sucede con el joven pintor, Yago Vaillo Usón, aficionado a la pintura desde niño, quien se vio influenciado sobremanera con la actuación del estellés en la Plaza de toros de Pamplona, el 6 de julio de 2.016. Aquella tarde en la que Hermoso de Mendoza obtuvo cuatro oreja de una gran corrida de El Capea, supuso un antes y un después en la trayectoria profesional de Vaillo, que a partir de ese día, decidió comenzar un proyecto centrado en la tauromaquia.
Una obra en la que juega con la abstracción y la figuración para plasmar sentimientos y rituales. En palabras del propio pintor “Es la tauromaquia del sentimiento y la reflexión. Me gusta transmitir lo que siento, todo aquello que me atrae y me impacta.”
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