"...Estos elementos que hacen proclamas de patriotismo y de convicciones democráticas no son más que una cuadrilla de vividores, capaces de vender hasta a su santa madre por el plato de lentejas del poder..."
Cornadas y gañafones sobre la Fiesta
- Allá donde pueden conseguir un gramo de poder, tanto PSOE como Podemos utilizan como moneda de cambio la Fiesta y hasta la fe de bautismo de los ciudadanos del lugar objeto de la negociación.
¿Todavía hacen falta más pruebas de la ruindad a la que pueden llegar algunos de los partidos políticos que padece esta democracia corrupta, con tal de tocar poder? ¿Cuándo se van a dar cuenta los ingenuos, que todavía quedan, de que la palabra de un amplio sector político de esta nación, antes llamada España y ahora "este país", no vale nada? Ahora se está viendo claro, aunque para los que por nuestra profesión los venimos tratando de cerca desde hace muchos años, no ha sido ninguna sorpresa. Estos elementos que hacen proclamas de patriotismo y de convicciones democráticas no son más que una cuadrilla de vividores, capaces de vender hasta a su santa madre por el plato de lentejas del poder.
Mezclan churras con merinas para conseguir pactos de poder (que no de gobierno) con los que llevan años vituperando llamándoles "sinvergüenzas", "ladrones", "corruptos" y demás lindezas. Y conste que no seré yo quien defienda a los que han metido la mano en cualquier sitio de donde pudieran extraer unos millones de euros. Pero resulta chocante que los partidos de nuevo cuño, nacidos al relance de la indignación, pacten ahora tan fácilmente con quienes habían jurado echar a alpargatazos del poder. Si saben bien que son los responsables de la ruina ante la que ellos se han rebelado: ¿Por qué pactan ahora con ellos poltronas, prebendas y sinecuras? Podemos y sus adherencias vociferaban que PP y PSOE eran dos caras de la misma moneda, de la moneda de la "casta". Ahora, si pactando con ellos pueden arañar algo ya no les parecen tan repugnantes. ¡Qué asco y qué vergüenza, en las manos que vamos a caer!
Allá donde pueden conseguir un gramo de poder, tanto PSOE como Podemos utilizan como moneda de cambio la Fiesta de los Toros (Palma de Mallorca, Huesca, Coruña, Tudela y Sarria son prueba de ello), y hasta la fe de bautismo de los ciudadanos del lugar objeto de la negociación. Para ellos sólo somos un voto, sin alma, corazón, inteligencia, aficiones, gustos, tradiciones ni ideales de ningún tipo. Y una vez que con palabras huecas y promesas falsas consiguen que les votemos, manejan nuestros votos a su conveniencia. Y lo peor es que dentro de cuatro años nos volverán a engañar y nosotros volveremos a caer en el garlito de semejante purria. Nos utilizan como si fuéramos peones sobre el siniestro tablero de ajedrez en que han convertido "este país".
Ya se anuncian en el horizonte la prohibición de los toros en las poblaciones arriba citadas, como resultado de esos pactos contra natura. ¿Pero es que ustedes dudaban de que sería así, señores ganaderos, cuando fueron a presentarle sus respetos a ese trasunto de Zapatero llamado Pedro Sánchez? También los maqueados toreros que revestidos de sus mejores galas se hartaron de rascarle la espalda a los gerifaltes políticos en un hilarante visiteo, que les convertía en tontos útiles, ¿creían que les iban a llegar al corazón a semejantes elementos? Ya han visto los resultados. Ni en Barcelona van a volver los toros a La Monumental, ni va a cesar el proceso de acoso y derribo a la Fiesta Nacional en todos los sitios donde puedan unos u otros meter la cabeza si esa fuera la condición. Y aunque no acostumbro a hacerlo por no caer en las falsas connotaciones que algunos le dan al término, ahora sí digo a boca llena Fiesta Nacional, aunque les joda -o quizás por eso- a los que viven de nuestro trabajo. Y a los que aspiran con furia a hacerlo de ahora en adelante. ¡Y les llaman "casta"! Si por lo menos tuvieran casta… Pero no, solo mansean cuando les conviene y cuando se encuentran seguros tiran cornadas y gañafones.
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