BILLETE DE IDA Y ¿VUELTA? / POR: JOSÉ MARIA VIVAS.

Una vez más y como ocurre cíclicamente, un torero se ha dejado la vida en una plaza de toros. Prácticamente nadie conocía a un joven mexicano de 29 años, llamado Laureano de Jesús, al que el destino le tenía guardado un sitio en la gloria del toreo si bien no como él soñaba. Pero que esa vida sesgada valga para dar grandeza e importancia al toreo y a todos los héroes que andan alrededor. Es evidente que el toro mata indistintamente, se sea mexicano o español, terciado o fuera de tipo, incluso en una capea, en donde el toreo arrastró a un novillero para tener que ponerse delante de lo que amaba y respetaba, que era el toro y en un festejo de un pueblo, a donde tuvo que ir para poder sentir el aliento del público. Ahora es cuando más retumba esa frase de que "el toreo es el único arte en el que se puede morir" y eso es lo que hace distinto y diferente a todos los demás. Porque como dijo la princesa Doña Leticia "la cultura nos hace mejores como pueblo, nos hace más libres y es uno de los aspectos más importantes para el progreso de un país" y el toreo es arte, el arte es cultura y la cultura es del pueblo, de ese pueblo llano de donde quiso salir Laureano y al que nunca volverá, pero en el que ha dejado escrita una página; porque su sangre y su tragedia nos tiene que servir a todos para no olvidar que aquí hay verdad.

El toreo es el único arte del mundo donde triunfo y tragedia van de la mano. Laureano de Jesús soñaba con la gloria y el triunfo y ese sueño le llevo a entrar en la historia del toreo, en un viaje sin retorno, o, mejor dicho, con la ida a la gloria eterna del toreo.

Y por otro lado sus paisanos Adame, Silveti y Saldivar, ahora triunfando en México, emprendieron un viaje de ida a España en busca de su gloria taurina y de los triunfos y esos mismos triunfos, cosechados durante 2.013 en la madre patria, les han llevado a tener un viaje de vuelta para 2.014 y recoger lo que verdaderamente se merecen de cara a torear en más plazas y en ferias importantes. Así es el toreo y por eso lo amamos y lo respetamos como lo que es, único. Viva el toreo. D.E.P. Laureano de Jesús.

José María Vivas  -  Burladero