"...Diego Ramos ha hecho para Pamplona el más elocuente cartel de toros. Y ya de paso, ha traído a la ciudad todas las secuencias y movimientos de sus fiestas sanfermineras, encierros en la calle y corridas en la plaza, con la sutileza de unos trazos tan sugerentes como sugestivos. Una pintura de altura..."
La pintura de Diego Ramos o el color,
la emoción y el amor por el toro
Juan Miguel Núñez
Pamplona 14 jul (EFE).-
La Feria de San Fermín de la última semana en Pamplona deja un importante poso cultural con el cartel que la ha anunciado, una pintura del artista colombiano Diego Ramos llena de color, emoción y amor por el toro, elemento fundamental de esta celebración. No es fácil reparar en estas cosas cuando todo el agasajo y la solemnidad de la fiesta están prácticamente concentrados en una especie de jarana y bullicio y cuyos símbolos suelen ser ajenos a cualquier refinamiento. Doble mérito por tanto del autor, que con sus trazos, en ocasiones muy pocos y muy simples, ha sabido captar y contagiar la estimulante liturgia de lo popular.
En la obra de Diego Ramos está toda la tradición sanferminera, naturalmente con el toro como principal referencia, al fin y al cabo lo que la define. El bravo animal en su color predominante, negro, como imponente figura sobre un fondo rojo casi chillón que le da todavía mayor aparatosidad. Y ambas tonalidades, suavizadas por una ligera salpicadura blanca, característica también del atuendo sanferminero, que en la combinación definitiva le da movimiento, fuerza, vigor y fiereza, como es y debe ser el toro de lidia. Un toro cuyo cuadro ha pasado a ser propiedad de la Casa de Misericordia, que organiza todo este conocido y delicioso jaleo, pero que el pintor ha querido poner también a disposición de coleccionistas a través de los bocetos que han dado origen al mismo. Son dos apuntes y un óleo más amplio, éste encajado en el hábitat del animal, la dehesa, que lógicamente incluye también el paisaje.
Y a propósito de haber puesto su firma en el cartel de la Feria del Toro 2012, la "Galería de Arte San Antón" de la capital navarra ha comprometido a Diego Ramos para una exposición que estará colgada hasta el próximo día 24. Su promotor Miquel Menéndez quería "algo que vaya con 'la Fiesta', y desde luego no hay mejor pintura".
Efectivamente la obra de Ramos es taurina, porque aún en continua evolución, tratando de huir del encasillamiento -una manera de trazarse metas-, el primer sello que tuvo su pintura fue el de un artista con alma de torero -en su juventud intentó serlo, cuando vivía en su Cali natal-, un toque que le acompañará toda la vida, quiera o no. A partir de ahí el artista colombiano se ha preocupado de crecer, y con tanto atrevimiento como ocurrencia y sensibilidad, ha explorado en técnicas y formas, trazos y modulaciones, en dibujos, acrílicos, óleos y collages, combinadas muchas veces en una única obra con otros elementos, como tela, arena o alamares, que le dan dimensión escultórica. Es lo que potencia la dimensión espacial del ingenio, la creatividad y la fantasía para crear y contemplar la pintura de Diego Ramos, que ha hecho para Pamplona el más elocuente cartel de toros. Y ya de paso, ha traído a la ciudad todas las secuencias y movimientos de sus fiestas sanfermineras, encierros en la calle y corridas en la plaza, con la sutileza de unos trazos tan sugerentes como sugestivos. Una pintura de altura. EFE
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